El Gran Hotel Budapest es una habitación con vistas en la que te
han dejado en la cama una caja con lazo llena de chocolates godiva.
Un placer exuberante colorista y Ćŗnico que hace brillar de manera especial el universo de Wes Anderson, un mundo particular del que bebe de forma endogamica. De esas pelĆculas que al comentarla con tus amigas aƱades el adjetivo de deliciosa. Porque sĆ, asĆ somos nosotras, catalogamos a las pelĆculas con adjetivos de personas: dulces, excĆ©ntricas, divertidas, tontas..
Una postal enviada desde la vieja Europa por el recuerdo
melancólico de sentir que cualquier tiempo pasado fue mejor (o
no)
Wes Anderson es un genio en su propio universo, siguiendo una reglas que solo funcionan en su colorido mundo, y nos traslada a este gran hotel con una historia basada libremente en los textos del autor austriaco Stefan Zweig.
Esta Ćŗltima, para nosotros genialidad, casi cuenta con mĆ”s estrellas por fotograma que habitaciones tiene su hotel, y todas bailan al ritmo trepidante de un cuento desestructurado cargado de elegancia y poderĆo visual. Una delicia que te sobreestimula los sentidos.
Con la extraordinaria pirueta de un mago escritor, Anderson nos traslada a lo que fue el gran hotel Budapest, de manera pomposa y recargada, llena de las particularidades de sus extravagantes personajes.
Unos personajes que son tan héroes como perdedores enfrentÔndose a la grandeza de la vida. Tras un prologo de introducción, al hotel y a la historia, en el que se nos presentan maravillosas interrogantes de historias mÔgicas, vamos entrando en tres niveles ( El del escritor anciano, el de el momento en el que Zero relata la historia, y la propia historia) de complejidad.
Asà nos zambullimos en una pomposa, estilizada, y falsa Europa. Anderson inventa esta Europa alternativa en pleno periodo de entre guerras, con estilo, donde conoceremos a Gustave H. (Ralph Fiennes) y Zero (Tony Revolori) y desde ahora y para siempre se convertirÔn en una de esas parejas de héroes que permanecen en nuestros corazones.
Gustave es el estricto conserje del lujoso Gran Hotel Budapest, y su dueño, un hombre de modales impecables y soberbias reacciones, siempre perfumado y bien vestido, que se rige con la mÔxima de que: el cliente es lo primero, y sigue el código de honor de los conserjes.
Siempre en pos del bienestar del cliente, Gustave se entrega en cuerpo y alma al hotel, y a sus clientas en cuerpo sobretodo, por lo que flota en el ambiente una extraƱa sensación de sexo aƱejo regalado a ilustres inquilinas que se sienten agasajadas durante unos dĆas.
Una complicada herencia y un cuadro implicarĆ” a Gustave, el director del Grann Hotel, en una trama de traiciones, asesinatos y robos, junto a su fiel botones Zero, vivirĆ” una aventura llena de humor, suspense y amor, cercano al mundo de Amelie, en el que parece vivir Anderson.
En los films de Anderson triunfa la imaginación y el mundo de la ensoƱación de la manera mĆ”s natural, y como gran cuidador de los detalles que es, acomoda el plano al tipo de narración que nos esta contando, o dota a cada personaje de caracteristicas unicas, lleno de los compaƱeros de aventuras y habituales del director (desde Harvey Keitel hasta Bill Murray, pasando por Edward Norton, Owen Wilson, Willem Dafoe…).

El personaje de Ralph Fiennes, el alma de la pelĆcula pero no el protagonista, es la representación de esas cosas que en tiempos como los de hoy importan un poco menos. Un hombre preocupado por los demas, por los detalles, por el trato personal, por su honor y el de sus compaƱeros, amable y coqueto recita poesĆa siempre que tiene ocasión, amante del arte y por encima de todo, de la educación.
MƔs adulta que Moonrise Kingdom pero igual de presente con sus tonos pastel en la memoria del espectador, mƔs rocambolesca y mƔs trepidante si cabe, como el mejor de los Indiana Jones, tratando de limpiar su honor.
Con esa sensación en la historia de caricatura de manga debido a que cuando cuentas una historia, los recuerdos se mezclan con el ensueño y se tiende a idealizar o exagerar, como una batallita contada mil veces a la que cada vez le añades mÔs detalles.
Un 8 estrellas en Hostelworld
P.D. Gracias a Fox, asistimos por primera vez a los cines Balmes donde se proyectaba, los cuales pertenecen al grupo BalaƱa y tal y como nos contaba un compaƱero, habĆan sido construidos aprovechando partes de otros cines. Una sala de nueva construcción, porque el cine sigue creciendo a pesar de que otras salas han cerrado.
Una ocasión especial en la que asistimos con @elblogdesitges
Un placer exuberante colorista y Ćŗnico que hace brillar de manera especial el universo de Wes Anderson, un mundo particular del que bebe de forma endogamica. De esas pelĆculas que al comentarla con tus amigas aƱades el adjetivo de deliciosa. Porque sĆ, asĆ somos nosotras, catalogamos a las pelĆculas con adjetivos de personas: dulces, excĆ©ntricas, divertidas, tontas..
![]() |
os habƩis fijado en la cantidad de planos de Anderson de gente andando o en la que muestran los pies. Es sin duda un fan del plano zenital |
Wes Anderson es un genio en su propio universo, siguiendo una reglas que solo funcionan en su colorido mundo, y nos traslada a este gran hotel con una historia basada libremente en los textos del autor austriaco Stefan Zweig.
Esta Ćŗltima, para nosotros genialidad, casi cuenta con mĆ”s estrellas por fotograma que habitaciones tiene su hotel, y todas bailan al ritmo trepidante de un cuento desestructurado cargado de elegancia y poderĆo visual. Una delicia que te sobreestimula los sentidos.
![]() |
cada fotograma podria convertirse en un preciosista cuadro |
Con la extraordinaria pirueta de un mago escritor, Anderson nos traslada a lo que fue el gran hotel Budapest, de manera pomposa y recargada, llena de las particularidades de sus extravagantes personajes.
Unos personajes que son tan héroes como perdedores enfrentÔndose a la grandeza de la vida. Tras un prologo de introducción, al hotel y a la historia, en el que se nos presentan maravillosas interrogantes de historias mÔgicas, vamos entrando en tres niveles ( El del escritor anciano, el de el momento en el que Zero relata la historia, y la propia historia) de complejidad.
Asà nos zambullimos en una pomposa, estilizada, y falsa Europa. Anderson inventa esta Europa alternativa en pleno periodo de entre guerras, con estilo, donde conoceremos a Gustave H. (Ralph Fiennes) y Zero (Tony Revolori) y desde ahora y para siempre se convertirÔn en una de esas parejas de héroes que permanecen en nuestros corazones.
![]() |
Todas las habitaciones completas |
Gustave es el estricto conserje del lujoso Gran Hotel Budapest, y su dueño, un hombre de modales impecables y soberbias reacciones, siempre perfumado y bien vestido, que se rige con la mÔxima de que: el cliente es lo primero, y sigue el código de honor de los conserjes.
Siempre en pos del bienestar del cliente, Gustave se entrega en cuerpo y alma al hotel, y a sus clientas en cuerpo sobretodo, por lo que flota en el ambiente una extraƱa sensación de sexo aƱejo regalado a ilustres inquilinas que se sienten agasajadas durante unos dĆas.
Una complicada herencia y un cuadro implicarĆ” a Gustave, el director del Grann Hotel, en una trama de traiciones, asesinatos y robos, junto a su fiel botones Zero, vivirĆ” una aventura llena de humor, suspense y amor, cercano al mundo de Amelie, en el que parece vivir Anderson.
En los films de Anderson triunfa la imaginación y el mundo de la ensoƱación de la manera mĆ”s natural, y como gran cuidador de los detalles que es, acomoda el plano al tipo de narración que nos esta contando, o dota a cada personaje de caracteristicas unicas, lleno de los compaƱeros de aventuras y habituales del director (desde Harvey Keitel hasta Bill Murray, pasando por Edward Norton, Owen Wilson, Willem Dafoe…).
El personaje de Ralph Fiennes, el alma de la pelĆcula pero no el protagonista, es la representación de esas cosas que en tiempos como los de hoy importan un poco menos. Un hombre preocupado por los demas, por los detalles, por el trato personal, por su honor y el de sus compaƱeros, amable y coqueto recita poesĆa siempre que tiene ocasión, amante del arte y por encima de todo, de la educación.
MƔs adulta que Moonrise Kingdom pero igual de presente con sus tonos pastel en la memoria del espectador, mƔs rocambolesca y mƔs trepidante si cabe, como el mejor de los Indiana Jones, tratando de limpiar su honor.
Con esa sensación en la historia de caricatura de manga debido a que cuando cuentas una historia, los recuerdos se mezclan con el ensueño y se tiende a idealizar o exagerar, como una batallita contada mil veces a la que cada vez le añades mÔs detalles.
Un 8 estrellas en Hostelworld
![]() |
os esperamos |
P.D. Gracias a Fox, asistimos por primera vez a los cines Balmes donde se proyectaba, los cuales pertenecen al grupo BalaƱa y tal y como nos contaba un compaƱero, habĆan sido construidos aprovechando partes de otros cines. Una sala de nueva construcción, porque el cine sigue creciendo a pesar de que otras salas han cerrado.
Una ocasión especial en la que asistimos con @elblogdesitges