¿Cambian las películas con el tiempo o cambiamos nosotros?
Obviamente la película es la que es, no cambia con el tiempo pues la obra es inmutable, pero entonces porque a veces decimos que ha perdido con el revisionado, o que esta obra no es para tal o cual edad. Eso ocurre a veces cuando llegamos demasiado pronto a algunos films con lo que no conectamos en su momento y volvemos a ellos años después para emocionarnos.
No sé porque he pensado en esto con Tesis, y su Bosco. No, no he vuelto a tesis desde hace años y tal vez debería y seria de eso que también opinan que ha envejecido bien (o mal, aún no nos hemos enfrentado al dilema)
¿Pero necesita acaso una revisión o debemos mantenernos en el recuerdo y lo que nos hizo sentir en aquel primer visionado?
Ocurre en ocasiones con las revisiones de películas de nuestra infancia, de esas películas que nos emocionaron o acompañaron en determinado momento y la referencia que tenemos sobre ellas, es que se basa más en los sentimientos o el recuerdo.
Es decir, más cercano a la experiencia externa que condiciono el visionado y lo convierte en nostalgia y en cariño, y no se basa tanto en la calidad de la obra, sino en lo que nos hace sentir y eso también es importante porque el cine al final es una experiencia, y eso es inherente a la obra. Es ese el momento en el que la obra deja de ser del autor y pasa a ser del espectador.
Es complicado y puede arruinar la experiencia y el recuerdo de nuestra infancia, por eso es tan peligroso volver a ver aquellas películas con las que crecimos de niños.
¿Es por lo tanto importante el contexto para hablar de una película? Sin duda.
Hay películas que son mucho mejores por el recuerdo, y por la experiencia que tenemos alrededor de ellas, o lo que significo para nosotros o con quien la vimos. Es la experiencia completa lo que genera el mito o tal vez ese recuerdo positivo ( o negativo) en nosotros.
A la hora de analizar un film, el contexto en el que es creado también es importante. Saber el contexto social, político o económico, hace valorar la técnica además de la historia, o si tuvo que pasar algún tipo de censura, y eso son aspectos que debemos tener en cuenta, y que en un primer visionado pudieron pasarnos por alto.
Las películas no cambian, pero nosotros si, y eso hace que no seamos los mismos al enfrentarnos a ellas, y por esa razón pensamos que ellas han cambiado. El típico no eres tú, soy yo, que no soy el mismo.
Eso es así, ella nos está esperando, escuchando y contando lo mismo siempre, pero nosotros como seres que evolucionan y cambian la piel (al menos a nivel celular cada 7 años) no somos el mismo. Así que no la culpes.
Es posible, que ya hayamos inventado los viajes en el tiempo, y que toscamente esta sea una manera de hacerlos y encontrarnos con nosotros mismo, ósea, con el otro que éramos hace años, y con el que seremos en el futuro a través del visionado de la misma película a lo largo del tiempo.
No quiero dar títulos, porque todos sabemos en nuestra mente y corazón cuales son esas películas ( voy más allá de Disney o las pelis de los 80, sino más bien cualquier película que nos marco en algún momento y para nosotros se convirtió en una revolución ( tanto para bien como para mal) y no quiero despertar o destruir obsesiones sobre los totems culturales que tenga cada uno a nivel cinematográfico.
Es en este momento cuando por varias razones los fans se llevan a la cabeza ante todos esos reboots que partiendo de la nostalgia y apelando a ella destrozan las películas de antaño.
Ese destrozo a parte de poner patente esa falta de originalidad o ese miedo a intentar crear algo nuevo, innovador y que le de la vuelta a lo esperado pone de manifiesto que nuestra mente no quiere que se toquen aquellos arquetipos con los que crecimos consciente de que el paso del tiempo es tan caprichoso como la memoria, y que si tal vez cualquier tiempo pasado no fue mejor, al menos en el recuerdo parece menos malo.
Los reaccionarios han idealizado las obras de tal manea que no aceptan el cambio, que no se ha realizado en el film sino en nosotros mismos y a veces eso es lo que no podemos afrontar. Que no seamos el niño inocente de entonces. Ni falta que hace en ocasiones pues redescubrir con ojos adultos una historia de nuestra infancia hace que veamos nuevas capas que no sabíamos que ahí estaban. Como encontrar siendo adulto los mensajes de sexo de Disney.
Quien sabe si volviendo a ver E.T, que era una de las películas que me ponían mis padres cada vez que estaba enferma, dejaré de identificarme con Elliott para identificarme en estos momentos con ese Alienígena que está perdido, sin sus padres en un sitio que no conoce donde encuentra una nueva familia.
Tal vez estamos en un mundo tan globalizado que el imaginario popular es tan común a nivel global que no podemos crear un sentimiento de nostalgia tan profundo en los niños del presente, y no tiene que ver con esta falta de ideas sino con el momento cultural y social que vivimos, donde tratamos de recuperar lo que sentíamos antaño de forma genuina.
Tal vez esa sea la mágia del cine, que nos hace participes de su historia, para crear la nuestra.