La promoción cinematográfica
El marketing cinematográfico en
estos momentos no es que sea importante, es que es vital. Nunca había
sido tan importante como lo es en estos momentos debido a la ruptura
de las barreras geográficas, gracias a los avances de la
tecnología que ha reducido las distancias, y a que los
mercados ya están totalmente globalizados.
street marketing |
Ahora gracias a que la tecnología
esta en la mano del usuario el acceso a la información a
un click de distancia.
La industria del entretenimiento se ha
beneficiado de ello, tras surgir y prosperar en el contexto de
crecimiento económico surgido tras la II Guerra Mundial.
La televisión, que parecía que iba a reemplazar al
cine, o incluso a la radio, lo hizo posible.
La radio no morirá nunca, las
ondas transmitidas a través del aire es lo único que
queda en cualquier película distopica y apocalíptica
para buscar un resquicio de vida ahí fuera.
Es entonces cuando aparece la época
dorada de Hollywood, un star system que campa a sus anchas dotando de
glamour las producciones. El reclamo son las Estrellas. Estas
actrices serán el ejemplo de la vida y el sueño
Americano que se exportará por todo el mundo, como un modelo
de vida liberal y capitalista.
En esos momentos, un público,
todo hay que decirlo, fácilmente impresionable, se encontraba
deseoso de que le mostraran los lujos y la belleza que estaban fuera
del alcance de su vida ordinaria, y las películas podían
estar meses en cartel, algo impensable hoy en día.
Hoy, el cine a perdido ese esplendor de
antaño y compite con otro tipo de ocio. Una vez escuche a un
critico “más mayor” como comentaba que en su juventud, la
única manera de estar fresquito era en el cine, pero que
ahora, con darte vueltas por un centro comercial, ya era suficiente,
y que eran los centros de ocio los que habían matado al cine.
Así el señor se quedo más ancho que largo.
¿Qué pueden hacer las
producciones hoy en día para atraer al público?
Una de las opciones es intensificar las
campañas de Marketing audiovisual, no les queda otra.
Algo que podíamos llamar:
Marketing de ocio o Marketing audiovisual.
Desde tiempo inmemoriales los seres
humanos se han sentado a la luz de una hoguera a dejarse transportar
por historias de otras épocas o lugares, y desde la época
de las cavernas como ya nos mostraban “Los Croods”, se han
contado historias aunque fueran pintado en las paredes.
La atracción del público
por los espectáculos ha existido desde siempre.
Ahora más allá de esto el
cine se convertía en OCIO Y NEGOCIO.
Es cierto que el cine es ocio, pero
también es un trabajo y una fuente de ingresos y la principal
labor para un alto numero de la población mundial. El cine es
industria y como tal, mueve dinero. El ocio forma parte del sistema
económico.
Lo que hace unos años se
valoraba en dinero o coste económico, nuestra sociedad actual
aún capitalista, lo valora también en tiempo. Aunque el
valor económico sigue siendo la principal razón entre
elegir un tipo de ocio u otro, es cierto que la economización
del tiempo ha cobrado una gran importancia y ha hecho que permanecer
sentado en una sala de cine durante 3 horas no este en las
prioridades del público, que puede preferir una forma de ocio
más inmediata, como una partida on-line a cualquier juego de
moda.
Hace unos años, el ritual de ir
al cine por tradición y ocio era posible ante la falta de más
posibilidades, en este momento el público debe elegir muy bien
en que gasta tanto su tiempo, como su dinero. Andrew Niccol como gran
visionario que era ya nos aviso en “In Time” que la unidad
económica del futuro seria el tiempo.
En todo caso, el cine no morirá,
sino que seguirá existiendo en las diversas formas de
transmisión, lo que se perderá es el acto colectivo, la
impronta de ocio y vivir un sentimiento en colectividad, la empatía
social de la que phillip k. Dick hablaba en la novela ¿Sueñan
los androides con ovejas eléctricas?.
Y eso señores, a ver como se lo
explicamos a nuestros nietos.
En estos momentos, el cine compite
contra si mismo, pero también con las demás formas de
ocio.
Hay veces que inclusos los estrenos de
las mismas distribuidoras se canibalizan entre ellos.
¿Contra quien vas a competir el
fin de semana del estreno?
Aunque si es cierto que más o
menos hay un calendario oficial, es sabido los cambios de fechas y
los retrasos que ocurren sin parar, es como la contraprogramación
de las televisiones.
Además las películas son
productos totalmente volátiles, y muchas veces solo llegan a
estar en cartel el fin de semana el estreno donde esperan hacer un
20% de lo que ganarán en taquilla en total y eso, no cubre
gastos la mayoría de las veces.
Entonces entra el marketing de toda la
vida, o más actual el Marketing mix, donde producto, precio,
placement, y promoción son importantes, pero sin olvidar al
consumidor, ya que hay que satisfacer sus deseos y necesidades así
como adecuar el precio a lo que pueda costearse.
Dando un paso más allá,
los medios de comunicación y las redes sociales nos han hecho
implementar unas nuevas dimensiones de producto ( la película
entendida como producto) y estas son la critica, la controversia, la
censura.
¿Entonces podemos hablar de si
la critica de cine es aún necesaria o no?
Algo tan generalizado como era, o
debería ser el precio standard de una entrada de cine, en
estos momentos y como hemos podido ver con la fiesta del cine se han
convertido en algo totalmente y completamente decisivo para el
espectador. Por lo tanto una ventaja competitiva en estos momentos en
la industria cinematográfica no hay duda que es el precio.
¿Que ocurre con la distribución?
El número de copias muchas veces es anecdótico,
incluso como llegan, ya que hay una gran parte de la población
que no quiere ver cine doblado, y viceversa, y que si no lo encuentra
en VOS no va al cine.
Yo que vivo en una de esas poblaciones
que a pesar de tener más de 80.000 habitantes no tiene cine,
la distribución se hace algo más complicada, pues no
todas las películas salen con las copias necesarias para
llegar a todos los puntos, algo que por otro lado tampoco es
rentable.
El público sin duda es el punto
más importante, un público que tal vez a perdido ese
halo de magia que podía tener el cine de antaño, y que
Meliès nos intentaba transmitir, y que ha sido deglutido por
las multisalas.
LA OFERTA
El cine no es único, como la
literatura abarca multitud de géneros y variedades, tantas que
es difícil de clasificar pero que da cabida a todos los gustos
y parafilias de los espectadores, algo que universaliza a la raza
humana. A todo el mundo le gusta el cine, no el mismo cine, pero si
el cine. Un trabalenguas que habéis entendido perfectamente.
Ahora, y debido a que gracias en parte
a facebook estamos tan controlados, ya se puede hablar más de
nichos ( lugar donde el producto va a morir #chistaco ) que de
publico objetivo.
Es cierto que estamos en crisis, pero
hay un nuevo sector en la población que debido a esta crisis
no puede dejar de vivir con sus padres, unos treinteañeros que
no pagan hipoteca ni alquiler, pero que tienen un pequeño
poder adquisitivo gracias a esta desgracia económica. Son
ellos los que compran libros, DVD, o zapatillas de marca y tecnología. Y los que salvarán la economía.
(Continuará)