Hay pocas cosas tan excitantes como iniciar un
proyecto propio. Desde la idea inicial al desenlace existe todo un proceso cuyo
valor es muy superior a sus extremos. Es en este desarrollo donde los encuentros, las ideas e ilusiones confluyen en un
primer momento de manera desordenada, y luego se reorganizan para formar parte
del esqueleto en el que se sustenta el resultado final. El somni es este desarrollo. Un sueño planteado por los hermanos
Roca, para crear la primera ópera gastronómica: es del género operístico de
donde extraen las tradiciones y referencias como la muerte, el amor o la guerra,
pero es en el plato donde se plasma y en torno al cual gira el resto de la
experiencia sensorial.
El espectador acompaña a los creadores en el planteamiento
del reto que supone poner al límite los sentidos mediante la conjunción de
distintas disciplinas artísticas. Es
cómplice de la selección de los músicos e instrumentos, la tecnología, la
vajilla, las proyecciones y los sabores.
Para ello la película se mueve en el género del documental con
entrevistas a los artistas, reflexionado sobre la conexión entre gastronomía y
arte, vanguardias o tecnología, al mismo tiempo que invita a participar de esas
sensaciones mediante música e imágenes evocadoras utilizadas en el cena final
llevada a cabo en el Centre d'Arts Santa
Mònica (Barcelona).
El resultado no es la cena, excesiva y recargada al
límite, que difícilmente es valorable sin haber estado allí. El resultado es la
innovación, el ser los primeros en tratar de llevar a una nueva proyección a la
cocina de vanguardia. Introducir a la gastronomía como un arte más que puede
interaccionar y combinarse con otras disciplinas. Todo ello permitiendo al
público formar parte del proceso creativo que se lleva a cabo dentro de la cocina del Celler de Can Roca,
pero que podría extrapolarse a cualquier otro ámbito.