23 de septiembre, Teatro Victoría Eugenia, Donosti
Hacía
mucho que Cuarón estaba alejado de la gran pantalla.
Director, que a pesar de tener trabajos anteriores a LA PRINCESITA, fue con esta obra con la que le conoci,
con un producto de tintes infantiles donde me conquisto, su luz, su
cinematografía unida a la de Emanuel “chivo” lubezki.
Cuando
su hijo Jonás le entrego un guión llamado “Desierto”
lo leyó con atención, y le fascino su estructura, y su
historia, que reescribirian juntos, cambiando el lugar de la acción,
por algo que le había fascinado desde niño: El espacio.
Aquí
empezaba un viaje inimaginable, tanto para el director como para el
espectador, que empezaría en lo más infinito del
cosmos, lo más grande y sin embargo el origen, y finalizaría
en lo más simple y pequeño.
Pasaríamos
de estar en las nubes a tocar con los pies en la tierra, como hacemos
cada día miles de veces, con la vista en los sueños,
pero pisando firmemente.
Cuando
nos sentamos emocionados en la sala oscura del teatro Victoria
Eugenia de Donosti primero, y después en una sala de unos
cinesa cualquiera, como espectadores deseábamos emocionarnos,
dejarnos llevar por una historia, y por unas imágenes nunca
vistas.
@charlyr2d2 @ccorleone @laprincesa_blog |
Esta
metáfora sobre la eternidad del hombre y la brevedad de la
vida humana.
Con
un argumento muy sencillo: un grupo de astronautas se encuentran
reparando un satélite, podemos disfrutar de las maravillosas
vistas de la tierra, del hogar.
El
plano secuencia más bello de los que recuerdo.Una nave se aproxima.
Las
bromas, su trabajo “rutinario”, lo que les emociona, estar donde
casi ningún hombre a estado.. provoca que empaticemos con
ellos de inmediato.
Uno
de ellos Ryan Stone ( Sandra Bullock) es una doctora, entrenada
especialmente para esta misión, con los temores y nervios de
alguien que no es astronauta, y esta fuera, en la inmensidad del
cosmos por primera vez.
Cuenta
con la ayuda de Matt Kowalski ( George Clooney) un experto
astronauta, que disfruta, ama lo que hace, la inmensidad del
universo, las estrellas, el vacio, pero también su amada
tierra, y esos amaneceres como no se ven en ningún sitio.
Mientras
realizaba su trabajo El desastre se cierne sobre ellos, en un medio
hostil en el que cuando un meteorito choca contra un satélite,
los pedazos de basura de este ultimo viajan a miles de kilometros por
hora, donde el no tener gravedad ni fricción los convierte en
autenticos proyectiles.
Esta
lluvia de basura espacial, les alcanza de lleno.
Sin avisar, como te alcanzan las cosas malas en la vida.
No
es ninguna novedad, lo vimos en el trailer, el angustioso momento en
el que la doctora Ryan, tras el impacto de trozos del satélite,
queda dando vueltas agarrada sin remedio al armazón de la
nave.
Cuando
por fin logra soltarse, es peor aún, queda libre por el
espacio, girando sin parar, convirtiéndose la aventura en
pesadilla.
Pero
también, la magia del cine que nos había mantenido
fuera, como espectadores del desastre nos permite, gracias a la
cámara subjetiva pasar dentro del traje, ver lo que el
personaje de Sandra Bullock esta viendo, sentir su respiración,
su lucha, su angustia, y su miedo.
Vemos
a una tierra que se aleja cada vez más, perdemos con ella toda
la esperanza de salir de esa con vida.
Y
volvemos fuera, a verla alejarse en lo infinito del cosmos.
Volviendo
al origen de la vida, al big bang.
Cuanto
de lejos te tienes que ir para encontrarte??
Cuarón
personalmente es de esos directores que me ha conmovido e inspirado
profundamente.
Cuando
ves a George Clooney, y te sonríe de soslayo, como solo los
rompecorazones canallas saben hacer, sabes que te ha ganado un
superviviente de la vida, y que en realidad es el chico de buen
corazón que te tranquiliza con su voz en los malos momentos,
precisamente por eso es “el tigre” de la vida de Pi, en este
film, es el empuje, la fuerza de vivir, la positividad, la anécdota..
Cuando
Clooney habla durante el film, apenas puedes verle con todo ese
traje, pero sientes que está ahí, con su voz
tranquilizadora, al igual que ocurre con Ed Harris, que será
papá Truman de por vida, y nos guiara por este mundo como un
demiurgo.
Sandra
bullock en realidad creo que es una de esas actrices tan odiadas como
amadas, confieso que en mi caso, me decantaba por el odio, no me caía
bien, y no entendía que alguien tan normal levantará
tantas pasiones.
Tampoco
la odiaba, pobre, no me ha hecho nada, pero si es cierto que no la
veía una gran actriz, aunque sí simpática, y me
parecía un Oscar exagerado.
Pero
se gano mi corazón, cuando ella misma, la novia de América,
reconoció sus malas elecciones en cuanto a papeles, y sus
limitaciones como actriz, pero que ese Oscar, que creía que no
merecía, la había motivado para tratar de ganárselo
toda la vida.
Esta
sinceridad y fragilidad, me ganaron completamente, y así es
también su personaje de Ryan Stone, alguien a quien como a
todos nosotros, las cosas no le van bien.
Me
gustan las personas ( y las películas) que no tienen miedo a
mostrar que no les va bien, que tienen debilidades y sufren.
Ella
tiene dos momentos, los dos momentos más especiales, el
primero cuando entra en la estación por primera vez y puede
recobrar el aliento, durante unos minutos, gira sobre si misma, en
esa paz, en ese útero, con ese cordón umbilical que la
une a la vida.
+++
alert spoiler ***
Y
el momento final, cuando esta en el océano, el origen de la
vida en la tierra, el caldo de cultivo de lo que fuimos en la
primigenia, hasta se nos cruza una ranita intencionadamente para que
no olvidemos que fuimos reptiles antes que monos.
Y
salimos arrastrándonos del agua como nuestra protagonista,
sobre nuestra panza, para después ponernos sobre 4 patas, y
finalmente sobre 2, y así caminar, hacía lo que nos
deparará el horizonte, y la vida.
Puedes
huir todo lo que quieras, lo más lejos de tus problemas, pero
ellos te acompañaran estés donde estés, incluso
al silencio del espacio, y te pueden pasar cosas malas en cualquier
parte, sin que eso sea razón para aislarte del mundo.
La
vida nos trae desastres uno detrás de otro, y lo único
que podemos hacer es ir pasando de uno a otro, de uno a otro y
superándolos, esperando no salir muy dañados en el
proceso.
Como
esta doctora, que pasa del peligro a estar segura, de la calma a la
desesperación... Gravity, con estos sencillos pasos de
estación a estación, nos muestra los altibajos de la
vida.
Todos
nosotros estamos preparados para enfrentarlos al apocalipsis, porque
todos hemos pasado por cosas, todos nos levantamos cada día
para resolver nuestros problemas, solo necesitamos nuestro tiempo.
Aquí
Ryan Stone ( Bullock) ya estaba muerta antes de ir al espacio, de una
manera emocional, se había aislado, y aquí es donde
despierta, es esa “patada” ( Bruuuuuumm xDDD) como dicen en Origen que todos
necesitamos ante las cosas malas. Ese click que nos hace continuar.
Alguien
que realmente quiere morir no lucha por su vida, Stone tiene 90
minutos, y esa es la decisión más difícil,
luchar en ese tiempo, o rendirse.
¿como
puede alguien que lo ha perdido todo volver al hogar?
Con
un argumento aparentemente tan simple, ¿ como es posible que
pasen tantas cosas? Hay tantos niveles emocionales, tantos altibajos,
que sales abrumado de la sala con lo que has visto.
Actores
metidos en cubículos para rodar sus caras con miles de luces
LED, que se insertarían en las tomas creadas por ordenador,
Sandra Bullock suspendida en el espacio de manera artificial gracias
a robots industriales que la movían con una coreografía
milimétrica, técnicas modernas de grabación y
una meticulosa preproducción...
Como
es posible que siendo una película tan técnica, tan
medida, con mucha más tecnología que ninguna otra en
los últimos años, sea el film, mas emotivo de la
década???
Como
puedes sentirte tan conmovido por el brutal silencio, por la
desesperanza, el dolor, el vacio, la fragilidad de la vida, la
incapacidad emocional .. se convierte más que en ver una
película, en una experiencia sensorial, en una superproducción
totalmente minimalista.
Llore
más, mucho más la segunda vez que la vi, que la
primera, no había manera de calmarme.
Es
una película para ver y disfrutar en el cine, más allá
de ver un tornillo flotando, para ver la tierra en toda su
inmensidad.
Puede
haber gustado tanto, porque nos ha devuelto el amor por el cine, el
ver imágenes monumentales, especiales, que quedaran en la
retina para siempre.
Gravity
es lo que queramos que sea, todo es posible y no debemos dar nada por
perdido, como siempre digo: Se ríen cuando digo que quiero ser
astronauta, pero.. hay astronautas!!!
Ya
me entendéis.