Cuando empezó el proyecto de
Alacrán enamorado, basado en la novela de Carlos Bardem, y
esto os lo cuento como anécdota, lo primero que me vino a la
mente, tras leer los comentarios en twitter, fue, esta película
va sobre la piratería en Somalia.
Es cierto, como os lo estoy contando,
no había una barco que secuestraron los piratas que se llamaba
El Alacrán??
Y teníamos a Carlos Bardem,
artífice de la novela, y posterior guión junto con el
director, simpatizante del 15M.
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El boxeo es un deporte muy visual en pantalla |
Así que mi cabeza se hizo un
lio, y como siempre va por otro lado, más rápido de lo
que debería, ato cabos donde no los había, pero la encamine pronto a la realidad.
Este Alacrán cargado de veneno,
este joven desorientado, en un mundo perdido, es salvado por el amor,
y encuentra en el boxeo, una vía de escape, no para canalizar
la violencia, sino para aprender el respeto hacia el contrario que da
el deporte, el valorar el esfuerzo y el levantarse cuando la vida, o
el rival te da golpes.
No, no ganaras, siempre, pero si no
subes al ring, has perdido antes de empezar. Y no es lo mismo perder,
que ser vencido.
Santiago A. Zannou, tras "el truco del
manco", nos ha traído esta historia en un ring, donde la mayor
violencia no la vemos en el deporte en sí, sino en el grupo de
jóvenes neo nazis, y en la vida.
Gracias a contar con un reparto
solvente y profesional se ha podido dedicar a darnos una película,
frenética, muy visual, y muy bien montada, para que en el caso
de que fallará por algo, y en este caso, por los clichés
de la historia, su buen ritmo no nos diera ni un solo respiro.

Tiene un inicio brutal, frenética,
y violenta, y te pone los pelos de punta.
Javier Bardem, lo borda, culto,
refinado, te razona para cubrirte de esa violencia, para darle una
razón, y caer rendido ante su discurso coherente.
Álex González, este
Julian, es más visceral que violento, se alimenta de sus
sentimientos, y encuentra en Carlomonte ( Carlos Bardem) ese mentor,
que esta de vuelta, pero que no se fía de este chico, que al final
acabará salvándole a él también, de la
vida.
Y no hay duda que lleva el peso de la
película.
Un cine que aúna esfuerzos por
llenar salas, poner a espectadores en las butacas, que es comercial,
es visual, y brutal, pero que no deja de ser social, y comprometido,
que nos habla de temas de hoy, y de ayer, porque el amor, el culpar
al que es diferente, el miedo a lo que no es como nosotros, y la
superación , entre otros, no dejaran de ser universales.