Con la llegada del buen tiempo, una de nuestras primeras salidas estaba clara: Aranjuez.
Como nativos digitales buscamos el mejor restaurante en aranjuez el más recomendado en redes, y con los platos más apetitosos según instagram. Estaba claro: EL TOMATE, de Aranjuez.
Disfrutar de la ciudad, sus jardines y la gastronomía cerquita de Madrid a un precio aceptable, y siendo un plan que podíamos hacer además con los más pequeños del grupo.
Turismo culinario: Posiblemente, esta sea la frase con la que me gusta definir en lo que se han convertido las salidas con amigos. Así que la idea de poner a prueba el que se denomina el mejor restaurante de la ciudad nos tentaba como un reto y desde luego, no nos decepcionó.
Ya su propia web del restaurante nos conquistó cuando vimos que el icono del ratón se convierte en un tomatito que recorría la pantalla mientras mirábamos la carta. !Menuda fantasía!
No nos costó nada encontrarlo pues se sitúa cerca de la mítica plaza de toros así que todo el mundo lo conoce.
Pero recordad, que hemos venido a jugar y nos deben conquistar por el vino y los postres. En nuestro caso elegimos estar dentro porque ya hacía calor pero no perdimos la oportunidad de disfrutar de su terraza tomando el primer rosado antes de entrar. Nos habían recomendado la carta de vinos y siempre hacemos cata de los lambruscos.
No os miento si os digo que tenemos un excel y elegimos los destinos en función de los restaurantes que queremos probar y tenemos hasta un ranking con las mejores tartas de queso y los mejores gin-tonics.
Si nos preguntáis por nuestra recomendación, os diremos que la ensalada de perdiz con foie y trufa fue nuestra primera elección en el tema de entrantes (es escuchar la palabra trufa y ya nos tiramos en plancha), compartimos la parrillada de espárragos con salmón (que pensamos copiar para hacer otro día en casa) y como plato principal el arroz con Bogavante, y de postre Brownie para algunos y tarta de queso para los tradicionales. ! Magia!
Nos encantó de verdad, primero la comida, pero después el trato de los camareros y el ambiente casero.
Nos tomamos la copa allí, en plena tertulia, hablando de la vida y arreglando el mundo. Nos encontramos al llegar comida tradicional y un lugar familiar, acogedor y luminoso, que también tiene menú del día para los que vayan con más prisa, o deseen comer entre semana.
Nuestro consejo es reservar con antelación para llegar a mesa puesta sobre todo los fines de semana. Podéis hacer la reserva de forma tradicional llamando al restaurante o a través de la web de forma muy fácil. Nosotros lo hicimos así y aunque tuvimos que hacer la ampliación a un comensal más, no nos supuso ningún tipo de problema.
Nos costó movernos para continuar con la visita, pero el palacio Real nos esperaba.
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