La actriz Judi Dench tiene
carácter, y deberíamos dejar de pensar en ese calificativo como
algo negativo cuando se refiere a una mujer, ya que es todo lo
contrario. Tener carácter y determinación la convierte en uno de
los grandes nombres del cine, en una dama ( y abusaremos de este
termino) y en una señora.
Una señora con todas sus letras
pues cuando una de las preguntas de la rueda de prensa se convirtió
en un dardo envenenado, capeo el temporal con templanza y buen hacer.
Uno de los periodistas que asistían a la conferencia preguntaba
inquisitivamente por su relación de amistad con el actor Kevin
Spacey en el momento en el que los rumores y las acusaciones de abuso
se hacían presentes en contra de actor.
Judi es una señora, y hablo de la
amistad que tiene con Kevin Spacey de manera natural sin entrar en
polémicas pues no es a ella a quien le toca hacer esos comentarios.
Ella llamo a su amigo en esos momentos, pues Dench se mojaba en la
pregunta, sin tener que dar más explicaciones.
Vemos a Judi Dench en la rueda de
prensa y nos da la impresión de alguien tan tranquilo y sosegado
como fuerte. La actriz nos deja una profunda impronta con su
naturalidad, ese desparpajo que en ocasiones dan los años cuando ya
no te importa el que dirán y te cuelas en el súper con más cara
que espalda. Ese tipo de cosas que hacemos cuando somos muy jóvenes
o muy mayores, y que son la alegría de vivir.
Dench es una mujer que a pesar de
esa naturalidad, demuestra una fortaleza con solo mirarla. Una fuerza
que nos sabemos si es fingida ante las cámaras que la han retratado
desde su juventud, pero que trasmite de forma sosegada y valiente.
Sus ojos azules profundos nos dejan una mirada llena de vivencias con
un gusto y deseo por aprender más aún, por llenar su vida de más
aventuras y aprender todo lo que pueda.
La actriz ha triunfado en
televisión, teatro y cine, es decir, todos los ámbitos de su
profesión, y no tiene pensado retirarse, ya que no le hace
demasiada gracia envejecer. Estamos contigo Judi, cumplir años esta
bien, pero lo de hacernos viejas como que no lo vemos todavía.
Es imposible ponernos a hablar de
una filmografía tan rica, como inabarcable de esta aspirante a
diseñadora que dejo todo por la vocación de la interpretación, y
en eso ganamos todos.
Una vejez artística que la ha
tratado bien, pues no se ha convertido en la típica abuelita, como
podemos ver en su papel en James Bond por ejemplo. Es posible que eso
haya ocurrido porque su carrera cinematográfica ha tenido un
reconocimiento algo tardío, y se llevo el Oscar de consolación (lo
merecía el año anterior) por esos 8 minutos que pasa en pantalla en
Shakespeare in Love.
Aunque en teatro (y también en
cine) la hemos visto en infinidad de papeles relacionados con las
obras de Shakespeare, algo que no todo el mundo sabe es que Judi
canta maravillosamente. Los musicales han sido parte de su carrera
artística y ha participado en Cabaret por ejemplo.
Encarna reinas como nadie, ya sea
Elisabeth I o la reina Victoria.
Dench no ha dejado de trabajar,
sobretodo después de perder a su marido. El cine, y la actuación
son terapéuticos, vivir la vida de otros, ponerse en su piel, y
expresar unos sentimientos que no son tuyos en ocasiones sana.
Judi Dench es la voz de todas las
generaciones y de las mujeres que viven a través de ella