Siempre nos quedará Filmin. Como una
sentencia o la mejor frase de una película.
El Atlántida Film Fest llega a su
sexta edición ( y yo hablando de él estas semanas, aún me he
encontrado gente que no lo conocía, también es que parece que yo
soy la friki de los festivales) y siento que he crecido a su lado.
Nos embarcábamos con ellos en su
¿Segunda? Edición, y desde entonces no hemos faltado a
la cita que nos ofrecía este festival.
Incluso un año, tuvimos una mención
especial con premio incluido gracias a participar en el
#atlantidaencasa.
Podría ser que coincidiéramos allí,
por primera vez con Eva Herrero (Aunque como somos tantos es más
fácil para nosotros acordarnos de ella que ella de nosotros) a quien
nos hemos reencontrado en Cinema Jove este año.
Y hemos disfrutado de inauguraciones en
vivo y en directo, como aquella de “El desconocido del lago”, en
el instituto francés si no recuerdo mal (Que cinefilos son los
institutos franceses, eso en los italianos no pasa. He visto
películas italianas también en el instituto francés)
La comodidad de poder asistir desde
casa a un festival que dura un mes prácticamente hace que todos
seamos cinefilos de pro, que nos juntemos con amigos (o enemigos, que
es mejor mantenerlos cerca) o en soledad, a disfrutar y sobretodo
recuperar joyas que es difícil que lleguen a nuestro país sino es a
través de los festivales o evidentemente de las plataformas.
He encontrado allí pequeñas joyas
(muchas del cine Español) y he vivido con otros compañeros
blogueros o críticos, las recomendaciones de aquellas que eran una
pequeña maravilla, o que eran la más soporífera.
Filmin es el videoclub del año, de la
década y del siglo, y lo dice una que ha trabajado tras la barra del
mostrador de uno físico. Las 72 horas de visionado online (eso
quiere decir, que puedes verla donde quieras) revoluciona lo que
hemos conocido desde siempre, y a lo que los nostálgicos de los vhs
de los 80 nos aferramos.
Lo mejor: la futilidad.
De que sirve descargar y acumular, y
acumular películas en el disco duro de manera pirata. ¿No veis lo
absurdo de eso?
Un profesor de critica nos decía un
día: ¿Habéis visto “X”? (substituir X por la peli o clásico
de turno.
A lo que alguien respondía: No, pero
la tengo.
¿Como que la tienes?, puede haber algo
más triste que decir que la tienes y no la vas a ver? La
acumulación como símbolo de nuestra sociedad.
Y en este punto ya me he dispersado.
Bueno, lo que yo os venia a contar, es
lo que leía el otro día: ¿Qué le pasa a una productora de cine
indie? Pues que su publico objetivo no va al cine.
Esto no lo acabo de entender muy bien.
Pues el publico indie, y entiendo como indie también hipster (sin
ser yo nada de eso, ni indie, ni hipster, ni moderna) deber presumir
de lo analógico, no?
¿No va de eso el tema?
No importa en este caso, porque lo
chulo que es el Atlántida Film Fest, es el Locarno de andar por
casa, tiene la rebeldía y la autenticidad del festival de Rotterdam
por sus atractivas propuestas, y es que es eso lo que este festival
busca, su seña de identidad.
No sé como decíroslo. Yo compro. Y si
no me acreditan, compro el pase, que son 20 euros, y 10 si ya eres de
filmin.
Os adelantamos también que vamos a
realizar un sorteo, para que veáis una de las pelis del festival. La
que queráis, gracias a Filmin y a los Blogos de oro.
Porque es importante que probéis la
plataforma, y si os gusta, os quedéis en “nuestro” videoclub.
El que diga que no puede ir a los
festivales porque están lejos, o no tiene pasta, ya no tiene excusa.