No es porque Raphael se muestre inflexible o tenga actitud de divo, no. Es que a todo el mundo le sale de manera natural comportarse así cuando hace presencia y ponerse a su disposición. De hecho, nada más llegar pide que apaguemos el aire acondicionado. Sabemos que hará calor, pero lo apagamos y nadie se queja. Podríamos haber objetado y seguramente no hubiese pasado nada, pero parece inconcebible hacerlo ante alguien como él.
Tras más de 50 años en el mundo de la música, Raphael (Linares, 1943), vuelve este año a estar de actualidad, aunque, como él dice durante nuestro encuentro, “nunca ha dejado de estarlo”. El nuevo film de Alex de la Iglesia, Mi gran noche, se proyecta estos días en el Festival de Cine de San Sebastián y el cantante es el alma mater indiscutible de la película. No sólo porque se le ha reservado el papel del villano, si no porque además lleva el título de una de sus canciones más conocidas. Una vuelta al cine por todo lo alto, teniendo en cuenta que comenzó en el celuloide en los años 60.
Además, el artista nacido en Jaén se encuentra inmerso en plena gira de conciertos, en los que tocará acompañado de la orquesta sinfónica de Málaga. Un nuevo reto para un hombre que parece no temerle a nada y que, ante todo, no se anquilosa en el pasado, aunque intentemos repasar con él los mayores éxitos su carrera. Si algo queda claro de nuestra conversación es que para el cantante lo más importante no es lo que haya hecho (que es mucho). Si no todo lo que le queda por hacer.
"Yo soy muy joven. De espíritu, aclaremos. Después de mi operación me han devuelto muchos años y parezco más joven de lo que soy en realidad".De tu primera incursión en el cine han pasado casi 50 años. ¿Cómo ha sido volver a un rodaje?
Yo no me he marchado nunca del cine. Lo que pasa es que mis giras son leoninas y larguísimas y es complicado que pare y tenga tiempo libre. Alex en eso ha sido muy oportuno. Me habló de este proyecto hace tres años y yo le dije: 'No me hables de películas. ¡Háblame de guiones!'
¿Y qué tenía tu personaje en ese guión para que te interesara?
Me gustó mucho que no tiene nada que ver conmigo, así que eso me da pie para poder interpretar. También soy cantante en la película, pero es lo de menos porque no canta mucho. Es un primer paso en lo que puedo hacer de cine.
¿Te ha gustado ser malo entonces?
Me ha llamado la atención, sí. Me abre muchos caminos en muchas cosas que puedo hacer a partir de ahora.
En la película trabajas con actores muy jóvenes, como Mario Casas o Blanca Suárez. ¿No sé si tienes la sensación de conectar especialmente con la gente joven?
Sí, porque yo soy muy joven. De espíritu, aclaremos. Después de mi operación me han devuelto muchos años y parezco más joven de lo que soy en realidad.
La película se llama Mi gran Noche, como una de tus canciones más conocidas.
Big Night, en inglés. Es que vi el otro día el trailer en inglés y me impactó. Lo voy a empezar a decir en inglés. (ríe)
¿Qué supuso para ti esa canción? Es uno de tus mayores éxitos.
Pues es una de mis canciones históricas y, sobre todo, más longevas. Te voy a decir que es mucho mas importante Mi gran noche ahora que cuando la estrené. El público la ha hecho suya de manera que ha superado a Escándalo o a Qué sabe nadie, que eran mucho más importantes. Se la han apropiado las generaciones una tras otra.
¿Por qué crees que ha sido? Curiosamente es una de tus pocas canciones que no habla sobre el amor.
No, pero habla de una cosa muy bonita: sobre la posibilidad de algo que puede pasar. Una persona que se viste y sale y dice: “¡Hoy puede ser mi gran noche!” Eso lo entiende todo el mundo. Todo el mundo quiere tener una gran noche así.
¿Tú has sido de tener grandes noches?
Yo he tenido muchísimas grandes noches en mi profesión. En el escenario he tenido noches imborrables y lo más importante es que las sigo teniendo.
Y con el paso de los años, ¿Qué prefieres? ¿Cantarle al amor o al desamor?
Es más bonito cantarle al amor, indudablemente. Pero cantarle al desamor tiene más miga. (ríe)
De hecho tus mayores éxitos hablan de desamor...
Claro. Además a todo el mundo le noto cuando las escucha como si dijeran: ¡Mira ese es mi caso! Todo el mundo se ve retratado.
¿Hay alguna canción de otro artista que te hubiese gustado cantar a ti?
Hay muchas, por ejemplo My Way, aunque ya hice una versión vendidísima en todo el mundo en castellano. No sé si sabes que en realidad My Way todo el mundo cree que es de Sinatra, pero es una cancion francesa que se llama Comme d'habitude. Paul Anka luego le puso letra en inglés.
Una película, una nueva gira... ¿Es que Raphael vuelve a estar de moda?
Yo es que no he dejado de estar de moda nunca. Lo que pasa es que como trabajo todos los días no estoy pendiente de eso. Como estoy funcionando no me paro a pensar ¿Estaré de moda? Es evidente porque estoy trabajando todos los días.
¿Cuál crees que ha sido el momento cumbre tu carrera?
Quizás mi primer concierto en la Zarzuela es un momento que no voy a olvidar nunca. Pero seguro que con los que voy a dar en mi gira me va a pasar lo mismo. Es una nueva década, una nueva gira, una nueva historia... Lo bueno que hay en mí es que yo empiezo todos los días.
¿Hay algo del Raphael de los comienzos que te hubiese gustado mantener y que, sin embargo, ha cambiado?
Yo no he cambiado pero he evolucionado muchísimo. La palabra cambio me da un poquito de miedo. Hay que evolucionar.
¿Crees que marcaste un antes y un después en el pop español? Quizás por tu voz, por la temática de tus canciones, tu imagen...
Yo no sé si he marcado un antes y un después en la música española. Yo me limito a hacer lo que hago porque me gusta hacerlo así y no trato de imponer nada. Es una opción... Lo que pasa que esa opción tiene muchos seguidores y ellos han hecho que esto continúe durante tanto tiempo, porque llevo en cartel 55 años.
Pero desde luego no eres un artista convencional. Por cómo te mueves o interpretas, por ejemplo.
Como yo me muevo en el escenario no es algo estudiado. Es una cosa innata mía, así soy y así voy a seguir siendo. Esto no tiene vuelta de hoja.
¿Crees que es más difícil que los artistas de hoy en día se comporten como les venga en gana? Quizás porque todo está más medido y estudiado desde las discográficas.
No creo que sea más difícil ahora que antes. Lo que pasa es que hay que ser lo que uno quiere ser, y no dejarse influenciar por una casa discográfica que te diga que hagas esto o lo otro. Un artista tiene que nacer artista y, una vez que él se siente artista, seguir por el camino que quiere olvidándose de las modas y de los consejos. Uno tiene que imponer su propio estilo, porque si no, no vas a pasar de ser un cover de alguien o de algo.
Y supongo que tú habrás tenido que imponer tu estilo más de una vez durante todos estos años.
Siempre. Pero no he tenido que imponerlo realmente porque no ha habido la ocasión. Siempre he hecho lo que he querido hacer.
¿Entonces no ha habido presiones para que fueras de una manera distinta?
Pues al principio sí me han dado consejos que he agradecido. Pero siempre que me han dicho algo he dicho 'No, si lo que me dices está muy bien, pero yo voy a seguir por aquí porque es lo que me gusta'. Y el tiempo me ha dado la razón.
¿Te consideras un poco divo? ¿Quizás eso te ha enriquecido como artista?
No creo que ser un divo sea necesario. O al menos no lo que la gente entiende por divo. Yo soy una persona que soy seguro de mí mismo porque para salir a los escenarios hay que estar convencido de que, por lo menos, sabes hacerlo y de que no vas a hacer el ridículo. Ese autodominio tuyo tienes que tenerlo. Pero ser divo es otra cosa.
¿Hay cosas a las que has tenido que renunciar por tu profesión?
No, porque me he rodeado de las personas que me han dejado ser lo que he querido ser. Estoy hablando de mi familia, ellos colaboran mucho en que yo siga siendo quien soy.
¿Cuál ha sido el momento más difícil de tu carrera?
Hombre, indudablemente fue cuando me puse malo. Tenía cierta edad, me pongo malo y me hice la pregunta “¿Merece la pena seguir?” Y decidí que sí. No tiré la toalla. Me operaron, seguí adelante y aquí estoy. ¡Y creo que mejor que nunca he estado! Ahora mismo estoy viviendo un momento más espléndido en mi vida y mi profesión que nunca.
Así que el momento de dejarlo queda lejos...
Un día lo dejaré. Indudablemente no voy a ser eterno. Pero de momento está lejos, sí.
Hablemos de algo más alegre. Hay una especie de leyenda urbana que cuenta que eres una de las pocas personas en el mundo que tiene un disco de Uranio por sus ventas. ¿Es eso cierto?
¡Sí que lo es! Está en mi museo de Linares, allí lo puedes ver. Está bien porque esas cosas ya no se dan, ni existen. Ahora la música tiene otros caminos.
Pero de uranio... Habrá quién piense que es radiactivo.
(Ríe) ¡No! Tiene un bañito de uranio. Es como los discos de oro, igual la gente se piensa que son de oro, pero sólo tienen un baño.
Y después de esta película, ¿cuáles son los próximos proyectos de Raphael?
Más orquesta sinfónica, más cine... Todo lo que hago más y mejor porque siempre hay que hacerlo mejor que lo que has hecho. Siempre hay que seguir aprendiendo.