La
ganadora de la palma de oro en Cannes, que se nos escapo en el
festival de San sebastian, pero que no dejamos escapar en Barcelona (
junto a el Blog que falta en Sitges)
La
historia es sencilla, asistimos a “simplemente” la vida de Adèle.
Esta
Adèle real, la Exarchopoulos, que ya pudimos ver en Des
morceaux de moi (Pieces of Me) durante
el festival de cinema jove, donde era la hija adolescente ( con
despertar sexual incluido, como suelen ser estas pelis, nos
encontrabamos con una familia disfuncional, con un padre que pasa de
todo, una madre enferma y despótica y una hermana que huyo
años antes de esa situación, vuelve ahora para
recomponer el puzzle de carencias afectivas, volviéndolos
locos de nuevo.)
Esta
Adèle, tiene algo, esa sonrisa picara y franca, esos moños
despeinados que tantas veces nos hacemos para estar por casa, esos
spaghettis corriendo por su cara.
Disfruta,
de la vida y de las cosas de manera natural, y se nota.
Siempre
se dice que un personaje es valiente, o en este caso una
interpretación cuando se muestra el cuerpo desnudo o una
escena de sexo, yo creo que eso va mucho más allá, en
esté caso nuestra Adèle es un personaje valiente porque
lo muestra todo, la vemos llorar de dolor, de rabia, de impotencia,
la vemos mancharse la cara comiendo spaghettis, o masturbándose,
mirar de reojo a chicos y chicas, es decir.. mostrarse tal y como es,
como somos en el día a día y nos da vergüenza
mostrar.
En
este film, todo son secuencias largas, todo son sentimientos,
vivencias.. devastadoras, como es la vida al fin y al cabo.
Y
como duelen las relaciones, la ruptura, el no poder superarlo.
El
primer amor.
El
tema de la educación también esta muy presente, esta
joven ligada a la literatura, ávida lectora en una familia de
clase media, y no nos engañemos, como algunos de nosotros,
media baja, que el aburguesamiento ha hecho mucho daño, y por
tener la hipoteca pagada, y un coche, ya nos creemos clase media, y
no es así.
Y
esta joven vive así, de manera sencilla, queriendo enseñar,
ya que eso es lo que ha ella le ha formado, la ha enriquecido, y es
algo que quiere transmitir, se siente plena así.
Focalizamos
la acción en como estas dos jóvenes se conocen y viven
una preciosa historia de amor, muy vitalista, pero a la vez con punto
ocultos.
Como
cantaba mecano “ nada tienen de especial, dos mujeres que se dan la
mano”, como estas jóvenes adolescentes que duermen y lo
hacen todo juntas, pero remarcamos como dice la canción “ el
matiz viene después, cuando lo hacen por debajo del mantel”,
es decir cuando deben ocultarlo, y cuando estos gestos tan normales
entre chicas, como compartir cama, te estigmatizan en el momento de
que crean que eres lesbiana.
Sin
más.
Me
disperso en la maraña de sentimientos... hablábamos de
que la pequeña Adéle conoce a Emma..
la
ve, simplemente por la calle, cuando la joven esta con un chico de
clase con el que sale, y Emma, algo mayor que ella, y con el pelo
azul, le llama la atención.
En
la primera parte vemos a esta Adèle, joven, inexperta,
Después
su proceso hasta convertirse en mujer, sus dudas, su relación,
su felicidad..
finalmente
vivimos la amarga ruptura, el tal vez no sobreponerte nunca. Nunca te
acostumbras a esa soledad.
todo
esto en 3 horas de metraje.
el amor y el
desamor encuadrado, y con sabor picante, primero en las letras,
siempre se despierta antes en la pasión a través de la
literatura ( o del cine), en la isla de Safo.
Y al final lo
que recuerdas, como me dijo una amiga, no es a la persona, sino el
recuerdo del amor, de estar enamorado, con el pelo revuelto.
Luego
vendrán más capítulos, el primero simplemente es
estar enamorado, lo demás viene después..
Que
frágiles son, ambas. Que necesidades de afecto tienen, las
dos.
Bien
cierto es que ninguna persona recibe en esta vida todo el cariño
que se merece.
Abdelatif Kechiche, basa su película
en la novela gráfica de Julie Maroh, una joven francesa que
quería banalizar las relaciones homosexuales, donde cuenta la
historia de Clementine, y de como la vida de esta da un vuelco cuando
conoce a Emma.
El proceso entre el director y la
creadora fue difícil, ya que finalmente, como en muchas otras
ocasiones el resultado final difiere un poco de lo que la autora
quería, como un hijo bastardo que es tuyo pero deja de serlo.
A pesar de los premios se polemizo
también sobre las declaraciones de Léa Seydoux y Adèle
Exarchopoulos acusando al director de presionarlas demasiado durante
el rodaje.
Al margen de esto, debemos quedarnos
con una historia bella y sincera, y no podemos dejar de hablar de
esas secuencias de sexo, rodadas casi a tiempo real, largas,
sensuales, lascivas.. reales.
No hemos visto un sexo tan puro y tan
salvaje en.. podríamos decir que nunca.
No hecho para excitar (que también)
y menos para que se polemice sobre el.. sino para mostrar todos los
aspectos de una relación, sin miedos y sin tapujos.
Pero no es el sexo en sí, las
escenas son largas, la historia pausada.. nos recreamos en todo, en
los jóvenes en clase leyendo un poema, en esos viajes en
autobús, en esas cenas familiares, y en sus relaciones y
deseos.. al margen de ser dos mujeres.
Como parte de esa relación son
las discusiones, los celos,.. los cuales son también mostrados
de manera libre y pasional.
Porque es algo que va mas allá
de que las protagonistas sean dos mujeres, habla del amor y las
relaciones ( tanto de pareja como de trabajo, o de amistad) de manera
real ( no nos cansamos de repetirlo) con miedo, balaceándose
entre la delicadeza y el dolor más desgarrador, entre la
plenitud del deseo a la ausencia mas devastadora.
Todo es hermoso en el principio,
sobretodo si como nuestra Adèle no tienes prisa en encontrar
el “amor verdadero”, si este llama a tu puerta cuando y donde
menos te lo esperas, con alguien mayor que tú, más
culto, que te instruye, te hace sentirte especial, bella... y
querida.
El tiempo pasa, y esta sensación
de deslumbramiento, de autoconocimiento, de exploración pasa,
porque esa es la función del tiempo “pasar”, y dejar tras
de si la verdadera naturaleza de las cosas, es decir, el tedio y el
desgaste, el rencor, la traición, la soledad..
No es nada nuevo si os cuento que acaba
en tragedia, en una Adèle cometiendo errores como todo hijo de
vecino, y madurando, quedándose vacía y hueca por
dentro.
Teniendo ese momento de desesperanza,
patetismo y locura que todos hemos tenido alguna vez, en esa
secuencia en el bar, cuando ambas se reencuentran de nuevo, cuando
trata de cerrar el circulo, trata de recuperarla sin éxito.
Pero es entonces cuando Adèle
recibe una carta que lee en la escuela, Emma la ha invitado a una
exposición, y además ha ido a verla al colegio, ambas
llenas de amor y pasión, tratando de superar estos años
perdidos se encierran en el baño, y tienen sexo como hacia
tiempo que no teñían con sus actuales parejas,.. unos
pasos de aproximan
es otra de las profesoras que entra en
el baño, sin esperarse que es lo que se iba a encontrar
Emma dulcemente le pide que se una a
ellas, y así ocurre.
Adèle despierta de esta
ensoñación, pero los pasos que había oído
eran reales.
La profesora, entra en el baño.
Horrorizada sale corriendo y Adéle
es despedida de la guardería.
Pero es feliz, ya que finalmente puede
escribir cuentos infantiles, que Emma ilustra.
Ambas vuelven a estar juntas.
Precioso final verdad??
Solo que no acaba así.
La realidad es mucho más dura,
mucho mas hiriente, y mucho peor.
El dolor está ahí.
Y solo tenéis que ver está
película.