Los festivales son una locura, y ver
películas desde las 8.30, hasta la 1 de la mañana en
muchas ocasiones porque ya no podemos más, es de locos, y
enfermos por el cine.
Algo que te quita años de vida,
pero también que te rejuvenece y te llena de felicidad.
Como no todo son películas, vamos a darnos un poco de autobombo, con fotos nuestras por el festival :D
De verdad que nos lo pasamos bomba, y os animamos a venir |
Hoy empezamos con una película
que nos hace recordar a esas películas que nos encantaron, y
todo lo que amábamos de los años 80, “The Demon's
Rook”, para hacernos desear que no vuelvan.
Todo lo que nos gustaba de esa época
y de esos monstruos, es lo que pretende recordarnos este film, y es
como falla en todos los sentidos.
Estos demonios de latex dan risa, pero
en plan patético, y no de hermoso revival que es lo que
debiera pretender, además es larga, larguisima, y se te hace
tremendamente pesada y aburrida.
Hay que reconocer el mérito de
este trabajo artesana y de vuelta a los orígenes puros del
cine de los 80, pero parece creado por un grupo hippy de
universitarios que se quedaron anclados en aquella época.
El pobre niño al que se lo lleva
el brujo a una dimensión subterránea para instruirlo en
las artes oscuras, sin importarle destrozar a una familia es un
pequeño cliché, que no aporta nada.
Tenemos que reconocer que el cansancio
hizo mella en nosotros y que con vergüenza festivalera
reconocemos que nos dormimos con “L'etrange couleur des larmes de
ton corps”, y mira que intentamos permanecer con los ojitos
abiertos, pero nada, ni la cafeína ni la sonoridad brutal de
la película consiguió mantenernos atentos. No volverá
a pasar.
Después de este pequeño
bache, y viendo que el cansancio hacia mella en nuestro cuerpo,
decidimos tomarnos el festival con más calma y disfrutarlo
más.
Con la polémica de su lado, y
con el deseo de mucha gente de ver otro “Drive” nos llegaba “Only
God Forgives”, preciosa y cargada de lirismo.
Nicolas winding refn no necesita
presentación, y su actor fetiche Ryan Gosling, menos, y ambos
nos transportan con sensibilidad a un mundo donde la mafia, el perdón
y la venganza van de la mano.
La mística vuelve a aparecer en
este film, que es una de las experiencias estéticas más
fascinantes del año, ya que recoge apuntes visuales de las
obras de Refn, llavandolos al extremo de la temporalidad suspendida.
La estética colorida de Bangkok
lleno de neones y karaokes asiáticos, nos transporta a un
enfermizo amor de madre que deja en pañales al romanticismo
silencioso de Drive, con una leona que es Kristin Scott thomas, como
mater family.
Scott Thomas, jefa de la mafia
tailandesa ordena una venganza que debe cumplir su hijo más
pequeño, Gosling, el cual esta cansado de esta espiral de
violencia y muerte.
La estética de la violencia y el
sacrificio como camino al perdón, las tonalidades azules,
frías, y las muertes coreografiadas son una delicia, a pesar
de la cara de poker de Gosling. Le queremos igual, aunque él
simplemente pasara por allí.
Ben Wheatley, al que siempre confundo
con el actor que mira la bolsa flotar en el aire en American Beauty,
presentaba en sitges su ultima locura totalmente psicotrópica,
que nos hizo salir de las sala cantando la cancioncita del demonio,
en “A field in England”.
El director de “Turistas” nos trae
algo totalmente nuevo, contándonos la historia de un grupo de
desertores de la guerra civil inglesa, en blanco y negro.
Unos soldados de pacotilla que huyen de
las bombas y encuentran a un extraño alquimista, que les
propone encontrar un tesoro, que dejará paso a las
alucinaciones en el campo de batalla.
El grupo termina ingiriendo setas y
flipando en colores literalmente, dando lugar a delirantes
consecuencias.
Un mal viaje, en toda regla, que se
aproxima más al cine experimental, que al thriller histórico.
Plagada de misticismo y ocultismo, una viaje alucinógeno de
caballería al estilo de Don Quijote de la Mancha, que nos
dejará vacios de contenido, pero con una imágenes
plagadas de lirismo.
La venganza es bien, y eso es lo que
nos plantea “Hooked up”, que es catalogada como una de las
primeras películas rodadas íntegramente con móvil.
Como la cuenta de twitter, que trata de
evitar que los turistas vengan a Barcelona, aludiendo que esta llena
de ratas, y otros bichejos, este film, trataría de evitar que
los turistas, sobretodo los Estadounidenses vinieran a la ciudad, y
pensaran que el estar lejos de su pais les da derecho a hacer lo que
quieran sin ningún tipo de consecuencias.
Una noche de fiesta que termina de
forma muy escabrosa en el debut cinematográfico de Pablo
Larcuén, nos cuenta la historia de dos jovenes que viajan a
Barcelona, para que uno de ellos trate de olvidar a su ex,
básicamente pillando cacho, en una noche de juerga.
Como habría de esperar, ligan
con dos chicas y acaban en casa de una de ellas, con la idea de no
solo tener sexo, sino grabarlo todo con el iphone, pero las cosas no
van como ellos habían planeado.
Una vez en casa de una de las jovenes,
todo empieza a ir mal, una de ellas desaparece, y comienza la
claustrofobia que fomenta la grabación con el móvil.
Loca, desquiciante, extraña, nos
cuesta situarnos ante lo que esta pasando, y si estan siendo acosados
por un fantasma, o un ser real, que tratará de matarlos.
Una joven endemoniada que os quitaran
las ganas de rollos de una noche por mucho tiempo.
“Real” y su diplodocus, nos
transporta a un film extraño, pero sugerente, con unos giros
que la hacen navegar hacia no se sabe donde, y con múltiples
capas de ensoñación al estilo de “Origen” oriental.
El maestro de las sombras Kyioshi
kurosawa nos sorprendía con esta película por su
estética onírica y luminosa y sus múltiples
capas.
En el film un joven vive obsesinado con
sacar a su amada del coma, y lo hace a través de una
tecnología que permite entrar en el subsconsciente de ella,
pero..¿es todo como parece?
Un puzzle dentro del juego de las
mentes.
Aunque nos perdimos “Enemy” en el
festival de cine de San Sebastian, volvimos a tener la oportunidad de
verla en Sitges y no la desaprovechamos.
Basada en el libro “El hombre
duplicado” de Saramago, las múltiples capas mentales vuelven
a aparecer en esta ocasión.
En el momento en el que Denis
Villenueve estrenaba en las salas comerciales “Prisioneros”
además aparecía con esta película en los
festivales donde contaba de nuevo con la presencia del actor Jake
Gyllenhaal, como fetiche, y en esta ocasión por partida doble.
¿Como te sentirías si
viendo una película encontraras un actor que es igual a ti?
Esto es lo que nos plantea el film, esa
obsesión por un hombre a la hora de conocer a este supuesto
doble, además de el miedo a la responsabilidad y la
paternidad.
Ambos hombres sufren, uno de ellos
profesor, tiene una relación poco satisfactoria con una chica,
interpretada por Melanie Laurent, mientras que el actor en horas
bajas, le oculta cosas a su mujer embarazada.
Y entre medias de todo este lio, unas
arañas que cruzan la ciudad, un poder dentro del subconsciente
de nuevo, un símbolo femenino, lleno de tejemanejes.
Un thriller psicológico con
reflexión metafísica que parece empapado del mejor
Cronenberg.