| | Así fue el estreno mundial de ‘LA ÚLTIMA CAMPANADA’ en la sección Sitges Family (Fantastic Kids y Fantastic Teens) – Sitges Film Festival 2025‘La Última Campanada’ viajó a Tenerife para participar en Isla Calavera, iniciando así el recorrido por los mejores festivales de género del mundo.
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| Del 9 al 19 de octubre, el Mercat Vell, se convirtió en el punto de encuentro y en el escenario más familiar del festival. Allí, padres, jóvenes y niños disfrutaron del mejor cine fantástico en familia. Una selección de obras pensada para aproximar el género a los más pequeños.Nos gusta pensar -En una filosofía que compartimos con el festival- que el cine de terror nos da herramientas para “ser más valientes y más fuertes”, y por eso nos resultaba especialmente emocionante estrenar esta producción dentro de esta sección.La primera proyección de ‘La última campanada’, un proyecto dirigido por Alberto Cano y realizado por la Lightbox Academy, tuvo lugar en la sección no competitiva de Sitges Family. Un rincón dedicado a la educación de la mirada de los más jóvenes (Film Literacy) y a crear ese vínculo, que es la pasión por las historias fantásticas y de terror disfrutadas en familia. |
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| | Creada en 2023, se dirige al público familiar e infantil, donde los fans del género pueden contagiar su afición por el terror. La historia nos lleva a un remoto pueblo arrasado por la oscuridad. Corre el año 1817 y una bestia, el Vurdalak, acecha a los pueblos de la región raptando a los niños sin dejar rastro, marcando sus crímenes con una risa demoníaca. Lorenzo, un exsoldado, parte en su busca para acabar con ese ser que perturba la tranquilidad de los aldeanos para salvar a su hijo recién nacido. Lorenzo solo le deja una advertencia a su esposa Margarita: “No abras la puerta si a medianoche suena la última campanada”. Llaman a la puerta y Margarita no tiene claro si ha sido antes de que acabara de tañer la campana. Es posible que para los pequeños fuera el primer contacto con una historia clásica sobre el mito del vampiro, la oscuridad y la forma de acabar con él. Despertando así su curiosidad a través de la animación por las narraciones clásicas de monstruos góticos como los de la Hammer y creando una conversación con los adultos sobre temas más profundos como es el miedo. Alberto Cano, guionista y director del cortometraje presentaba la obra durante la sesión del sábado en una sala llena de padres, jóvenes y niños, llena hasta la bandera, con la satisfacción de las entradas agotadas.
Cano tranquilizaba a los padres antes de la proyección, pues al ser una historia creada para el público infantil se ha cuidado mucho el que no fuera algo demasiado explícito, sino algo que nos recuerda más a aquella noches en las que cuando nuestros padres nos mandaban a dormir, nosotros nos escapabamos para mirar a través de una rendija de la puerta las primeras historias de terror, sintiendo por primera vez esa sensación de prohibido, misterio o incluso travesura.
Acompañaron al director Alfonso Gutierrez director de la Lightbox Academy y María de la Iglesia, su jefa de estudios, que les recordó a los niños y padres presentes que tanto la animación en 3D como la música habían sido creadas por jóvenes adultos que comenzaban a despuntar en esas artes. Animando a los presentes a seguir ilusionándose con la creación audiovisual. |
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| La película repitió sold out en su segundo pase dentro del festival. En esta ocasión, la presentación corrió a cargo de la jefa de prensa, María Abad, que apuntó que ‘La última campanada’ era el único corto español seleccionado en esta sección, recordando y animando al público más joven que en España disfrutamos de una industria muy prometedora en la animación y creación de historias, y que tal vez en unos años sean ellos los que puedan presentar sus obras por festivales.
La sección Sitges Family transmite esa pasión por el género a las nuevas generaciones y las acompaña en un proceso de conocer el cine fantástico en un entorno de público familiar. Las obras proyectadas utilizaban la fantasía y el terror para hablar de tolerancia, igualdad, trabajo en equipo y despertar la conciencia ecológica.  |
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| | Segunda parada: ISLA CALAVERALa emoción es real.
Cuando le preguntamos a Alberto Cano, guionista y director de “La última campanada” donde le gustaría que se pudiera ver la película, fue claro: “Isla Calavera sería un sueño”. El director nos transmitía esa emoción previa a la selección de la obra en el festival pero, durante el certamen quedó patente la alegría por la selección. “Cuando eres profesor de animación, quieres transmitir a los alumnos que pueden crear mundos. Que las emociones que les dan a sus personajes son reales y que pueden emocionar, asustar o hacer reír. Que las obras que ellos han ido creando, moldeando, puedan verse en el circuito profesional cuando aún no han salido de la escuela, no solo es un orgullo como tutor, es la energía que ellos necesitan, el motor para creer en su talento, que es mucho”.
Isla Calavera es el festival de cine fantástico de Canarias- Ciudad de la Laguna, como un evento más allá del meramente cinematográfico pues es una celebración de todos los aspectos que rodean el género. Un festival que en su novena edición ha sabido crecer e ir adaptándose a las necesidades del público asistente consolidando como uno de los más importantes del país.
En una de sus ediciones más ambiciosas han querido cuidar las películas en pequeño formato donde destacaron propuestas de aventuras, ciencia ficción y terrores extremos. Entregando por primera vez por parte de Isla Calavera el premio Méliès de Plata, tras la incorporación del festival canario a la Federación Internacional de Festivales Méliès. Un galardón que supone la candidatura al Mèliés de Oro al cortometraje fantástico europeo para el ganador. Una sección competitiva en la que participaban 19 cortometrajes en la que destacaba la producción nacional pero contaba también con obras llegadas de Francia, Alemania, Canadá, Rusia o Irán.
“La animación se ha hecho también un hueco importante dentro de la selección de este año, con predominio de la ciencia ficción, siendo un formato donde destaca la presencia femenina en el apartado de dirección”, aseguraba la subdirectora Vanesa Bocanegra.
Alberto Cano, como director de ‘La última campanada’ y representante de la escuela disfrutó de la experiencia de la primera vez en el festival sobre todo por la gran visibilidad que este da a los jóvenes talentos de la animación.
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| | El Festival de Cine de Zaragoza (FCZ) se ha rendido a los vampiros.
En su edición número 30, el festival de cine de Zaragoza continúa consolidándose como una de las citas más interesantes de cine en España. Desde su creación en 1995, se ha convertido en una plataforma para el cine independiente, emergente y de autor, programando sin miedo películas en formato pequeño.
‘La última campanada’ de Alberto Cano y los jóvenes talentos de la animación de la Lightbox encajaban en esta filosofía de compromiso con el fomento de obras nuevas en una programación diversa y atractiva, en un certamen que reunía a cineastas y profesionales junto a amantes del cine. Un espacio privilegiado donde mostrar los trabajos y realizar networking donde la animación tuvo un lugar privilegiado.
Cano, que tras el cortometraje ‘Franceska’, realiza aquí su segunda incursión en la animación de “terror” para niños. Abrazando el amor por los monstruos clásicos de la Hammer. Su experiencia como supervisor en la franquicia Tadeo Jones, le ha dado las tablas para llevar de la mano y confiar en el talento de los creadores de la academia Lightbox, acercando las historias tradicionales de terror y los cuentos góticos a los más peques, explorando la tensión entre lo real y lo imaginario.
Cano, tras su paso por el certamen destaca el altísimo nivel de la animación española. Haciendo hincapié en los nuevos talentos y en la diversidad de formatos, donde las obras no tienen miedo a experimentar.
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