Colossal llego al festival
de Sitges tras su paso por San Sebastián, nosotros reconocemos que
la vimos allí, en Donosti y salimos en una autentica nube de la
proyección. Por horario no repetimos en Sitges pero no nos habría
importado lo más mínimo, porque ha sido una de nuestras películas
favoritas este año.
Lo que más nos gusta de
“Colossal” es que Vigalondo hace el cine que le gusta a él, y
eso le honra. Ya esta bien de estar en un mundo en el que tengamos
que gustar a los demás. Claro, luego dice que le dan “cera”,
pero es que la gente es así. Nosotros que hemos tenido la
oportunidad de verle en diversos festivales hemos visto a un director
que disfruta del cine, de lo que hace, de pasárselo bien haciéndolo,
y de reírse un poco quitandole hierro al asunto, quitandole
solemnidad. Al fin y al cabo, son solo películas y no hay que
tomárselas tan en serio.
“Colossal”, o Ella es
colossal, como reza la campaña publicitaria puede dividir a publico
y critica. Estarán los que la amen con todo su corazón, que es
donde me encuentro yo,.
Vigalondo ha hecho una
película que mi yo friki de 15 años habría querido ver en cines.
Una película que abre el mercado español de una manera increíble,
pues da buena cuenta de que aquí se puede hacer ficción, bueno, se
ha rodado en Vancouver, pero cuando digo aquí, quiero decir con
ideas españolas.
Esta película da buena
cuenta de que podemos hacer una peli de monstruos que nada tiene que
envidiar a Pacific Rim, y que es ademas una comedia negra de género.
De género femenino por supuesto, porque nos habla de tomar el
control y del empoderamiento femenino.
En “Colossal” tenemos
dos pelis por así decirlo. La primera es una película sobre la
determinación y la caída y recuperación personal. Nos encontramos
con Gloria, el personaje de Anne Hathaway, ella es una joven con
todas las taras y carencias del mundo. Una perdedora, que por esta
misma razón, vuelve a su pueblo natal. Ha perdido su novio, su
trabajo y su dignidad, así que no el queda otra que hundirse y darse
a la bebida de la manera mas patética posible.
Vemos a Gloria enfrentarse
a sus problemas y a ella misma. A descontrolarse totalmente antes de
tomar el control de su pequeña vida.
Todos somos Gloria, yo soy
Gloria sin duda, con ese patetismo, ese pelo sin arreglar, esa
tendencia a estropear todo lo que toca.
La segunda película es
una película de monstruos, de kaijus, de terribles series que
aparecen y están destruyendo la ciudad de Seúl.
¿Puede ser mas
increible?... mas colosal?
Gloria, comienza a pensar,
y en su mente ella esta conectada con el evento increíble que
esta ocurriendo en seúl, ¿sera cierto?
Se siente unida a la
aparición de ese terrible monstruo porque ella se ve así, como un
ser horrible y monstruoso ser que no ha podido avanzar y lo destruye todo
a su paso.
Ahora es ella quien debe
averiguar, si es así. Como su pequeña existencia que parece no
importar a nadie puede estar relacionada con ese evento tan increíble
que puede cambiar el mundo.
Es una película extraña,
divertida, entrañable, dentro del universo Vigalondo y con la que
nos sentiremos identificados aquellos perdedores que pensamos que
somos algo pequeño en el mundo. Pero que tal vez, un pequeño gesto
nuestro puede condicionar varias vidas.
Colossal es maravillosa
porque la idea es genial. ES una película absolutamente redonda e
hilarante.
Nos habla de relaciones
humanas, y nos muestra una comedia romántica que de romántica tiene
mas bien poco. Todo esto aderezado con monstruos gigantes destruyendo
una ciudad al mas puro estilo ochentero y delirante.
Nacho (para los muy amigos) a convencido a Anne
Hathaway para un papel alocado, y patético, y a Jason Sudeikis para
darle la replica, y les ha enfrentado en una lucha de géneros,
literalmente y metafóricamente. En una lucha por el amor propio, al
fin y al cabo.
Vigalondo con esto nos
demuestra, que su mente y sobretodo este tipo de películas que
abrazan el fantástico y el deliro pueden hacerse, y que no hay nada
que envidiar a los cineastas de fuera.
Es tan sorprendente como
encantadora y hace que veamos que el cine es universal, y que las
formas de rodar son infinitas como nos demostró en “Open Windows”.
Vamos a dejar a un lado
los prejuicios, y a lanzarnos a ir al cine, y ver cosas diferentes
pero sobretodo vamos a lanzarnos a vivir.
Porque monstruos en
nuestro interior tenemos todos. ¿Y que podemos hacer si estos se
manifiestan realmente con más de 15 metros de altura? ¿Como
enfrentarnos a nuestros mayores temores?
A nuestros traumas y
miedo..
Vigalondo aquí nos
demuestra que podemos hacerlo de manera literal. Les da forma
orgánica. Dejando momentos memorables en los que te dan ganas de
levantarte de la butaca y aplaudir.
A lo mejor el director no
es un demente, si no un genio.
Vigalondo, no te vayas
nunca.