Bueno, a riesgo de que me acuséis
de peloteo ( que como sea así “os crujo” y sabéis
que cuando no estoy de acuerdo lo digo, como con lo de mi pobre
Audrey, con lo bonica que es, que no le hace daño a nadie) y
que flipen los de Sitges cuando mañana se pasen por el blog (
Hola!)
Vengo a comentar el articulo de Ángel
Sala.
He llegado a el a través de
Clackson ( el bueno, ya sabéis) y es este:
Y en realidad, lo uso de excusa para
comentar cosas que ya he dicho en otra ocasión ( entre otras
cosas porque pienso que se ha abusado de usar un titular incendiario)
Sino para comentar lo que ya sabíamos,
al margen de este critico amigo nuestro, el que se saca el móvil
en las proyecciones, y todos sabéis a quien me refiero, que le
echa la culpa.. agarraos.. a LOS BARES!
Si señor, y a los centros
comerciales, como antes solo se podía estar fresquito en el
cine, estaban llenos, pero ahora todo el mundo esta en el corte
ingles!
Veis los bares?? las terrazas llenas..
y los cines vacios.
Y se queda más ancho que largo.
Bueno, que me lio, lo que venia a
contar es que es cierto que esa parte de espectáculo se ha
perdido.
Si un coche da 25 vueltas de campanas,
y explota.. nadie aplaude! Nadie se emociona, se muestran impasibles
delante de la pantalla.
En las sesiones normales, el publico no
mueve sus bracitos al son de la canción, tiene demasiado
pudor, y no lo entiendo.
El cine ha dejado de ser espectáculo,
y debo ser demasiado joven, para no saber que es lo que me he perdido
por el camino
¿ donde ha aparecido la
vergüenza?
¿Porque gustan los festivales y
son tan disfrutables?
Precisamente por eso, el animalario
colectivo es el que manda, y esa sensación de compartir, de
unidad
El cine carece de lo que tiene el
teatro, la vida que da la proximidad, la inmediatez, el feedback.. la
energía que se ha usado en hacer una película queda
diluida cuando llega a las salas, si no se la damos nosotros.
Por eso triunfan los phenomena, aunque
hayas visto 25 veces Parque Jurásico, y te la tragues las 3
veces al año que la ponen en cuatro ( yo lo hago), porque la
energía que se desprende en colectivo es brutal.
Porque las sesiones de Rewind, te
ofrecen volver a ver pelis desde la pespectiva adulta, por primera
vez con esa persona que te importa, y sentir que eres el niño
de 13 años de nuevo.
Llenazos incluso en las sesiones
Oculto, que no sabes ni que peli vas a ver.
¿Festivales y sesiones
especiales que triunfan frente a salas convencionales vacías?