Los cinefilos van solos al cine. Eso es
un hecho.
Aunque a las pequeñas @anionce y
@springeyes se les haga raro aún.
Supongo que si eres “cinéfilo”
o simplemente te gusta el cine ( pero te gusta de verdad) es una
prioridad bastante alta, deseas ver las películas en pantalla
grande, y tus inquietudes van más allá de los
blockbuster, por lo que no siempre encuentras compañía
para ver las pelis.
Pero es que muchas veces, el cinéfilo
(fíjate que especie tan extraña ) no desea compañía,
no desea que otros estén hablando durante la proyección
o comiendo, desea disfrutar en silencio, y hablar a la salida.
Tengo muchos amigos/conocidos que se
creen cinéfilos porque han visto el Padrino, o una película
japonesa mainstream... pobres almas en infortunio, en todo caso sois
cinefagos , y tan felices.
Porque solo van al cine a ver la
película de turno, que la esperan con verdaderas ansias, hacen
macroquedadas y lo convierten en el evento del año (aka el
estreno del hobbit) y luego, hasta verano no toca peli.
Ojo, que ser cinefago y cinéfilo
es totalmente compatible, y son dos caras de una misma moneda.
Pero, a ver que me desvió y el
tema era otro.
Hay un momento en la vida en que te das
cuenta que no eres como los demás, Peter, y que tus intereses
cinematográficos van por otros lados, y cuando tú
quieres ver películas como “Cesar Deber morir” “Dans la
maison” y más recientemente “La caza” ves que solo queda
una solución, sino encuentras a otra alma gemela en
FilmAffinity, y es ir solo al cine.
Y fijaros que os estoy poniendo pelis
muy mainstream pero ni por esas.
Yo me di cuenta de eso, cuando me quede
literalmente sola para ir a ver American Beauty, como es posible que
nadie quisiera ir a ver esa película! Si salía Kevin
Spacey!
Pues no, nadie.
No recuerdo cual fue la primera
película que fui al cine a ver sola, pero sí que no
encontré a nadie para ver American Beauty (1999) y que no
pensaba quedarme sin verla solo por la sosería de la gente,
igual que con Traffic (2000) para la cual tampoco encontré a
nadie, o incluso Horizonte final (1997) que también tuve que
ver sola.
Así que pequeños
saltamontes, no os preocupéis por estas cosas, porque al final
encontrareis un alma gemela para ir al cine, y sino, siempre mejor
solo que en una compañía parlanchina y que no le
interese el film, y se acabe durmiendo.
Porque vosotros saldréis en
vuestra nube de felicidad cinéfila, y la otra persona os
odiara, un poquito.
No os sintais raros por hacer aquellos que queréis, más raro es perderos una película simplemente por el hecho de no encontrar a alguien que os pueda acompañar.
De LOST aprendimos que nacemos solos, morimos solos. xDDDDD