En “El reino de las
ranas” el rey anuncia que el ganador de las Olimpiadas de su reino
se casará con su hija. La princesa se niega a aceptar este
matrimonio y huye del castillo para desesperación de sus padres. La
princesa Rana quiere ser independiente así que se revela y confiesa
que no quiere un marido. Para evitar su casamiento, decide participar
en los juegos olímpicos y ser la ganadora. Revelándose así contra
su destino, siendo capaz como ganadora de elegir a su esposo.
La ranita se da cuenta que
la vida fuera de palacio no es fácil y desde luego no es como se la
imaginaba.
Cuando conoce a un grupo
de ranas que están entrenando para las olimpiadas se une a ellos.
Menos Freddie, este en realidad no entrena pues no le importan las
olimpiadas ni el casamiento y solo lo hace por amistad a su “amigo”,
esa ranita rebelde que él no sabe que es la princesa.
Las aventuras y los
problemas son comunes en el reino animal y no iban a ser menos en “El
reino de las ranas”, sobretodo cuando hay una serpiente vengativa
que quiere destruir el reino.
Con vistas a la semana
santa, sobretodo para copar las salas con estrenos propios para los
más jóvenes nos llega “El reino de las ranas”. Con acierto,
pues ni la nueva versión de “La bella y la Bestia”, ni aunque
“Your Name” sea de animación cubre este target realmente. Aunque
de 2013 esta cinta de animación llega una semana antes que el “Bebé
jefazo” tratando de atraer a los espectadores más jóvenes.
El reino de las ranas es
una película de animación dirigida por Shin Nelson (En busca del
Valle Encantado II: Aventuras en el Gran Valle) y cuenta con la
participación de Bella Thorne (Shovel Buddies, Ratchet &
Clank) en la voz de su protagonista, y esta dirigida
especialmente para niños de hasta 7-8 años.
¿Porqué os digo esto?
Porque es cierto que la animación no llega a las cotas de Pixar o
Disney, y la profundidad de la historia tampoco, pues el tema de la
princesa que se revela con lo establecido y busca su propio camino en
estos momentos ya esta manido.
La historia es sencilla
pero bonita, con toques de humor y canciones, algo que los más
pequeños agradecen pues su atención es más limitada que la de los
espectadores adultos. También tiene colores brillantes y formas divertidas,
flores raras tratando de comerse a los protagonistas y un momento
psicotropico que lo acerca tanto a “Dumbo”, como a “Happy Feet”
sin el terror que me provocó la película del elefante de pequeña.
Los más pequeños de la
casa, agradecerán que la historia no tenga dobleces, que sea
sencilla y fácil de seguir. Los 86 minutos la convierte en una cinta
corta y accesible pues los bajitos de la casa se cansan
rápidamente.
Es cierto que la animación no es la más brillante, pero es un buen punto de partida para la historia sobretodo por los colores vibrantes. Narrada como un cuento que los padres leen a sus hijos poniendo voces graciosas, y con animales antropomorfos.
Es cierto que la animación no es la más brillante, pero es un buen punto de partida para la historia sobretodo por los colores vibrantes. Narrada como un cuento que los padres leen a sus hijos poniendo voces graciosas, y con animales antropomorfos.
Lo que es de agradecer sin
duda, es que a pesar de la sencillez de la historia se muestre mucho
más valiente que sus homólogos en Pixar, o Disney. Historias de
princesas rebeldes como Brave, o anti cuentos como Shrek hemos visto
hasta la saciedad en estos tiempos, pero ambos acababan con un final
feliz, con el comieron perdices o al menos como se espera que tengan
que acabar.
En esta ocasión y sin
desvelaros nada, esto ser rompe para muy bien. Que alegría da ver un
personaje ajeno al happy ending que se espera, y con su propio final
feliz, coherente con la historia: resaltando la amistad y la aventura.
Es una película muy
“blanca” pero perfecta para ser la primera experiencia
cinematográfica de los más pequeños, que se quedarán embobados
ante los colores y esos animalitos saltarines.