Que en una película el personaje más normal sea
Marilyn Manson da una idea del nivel de perversión que vamos a ver en pantalla.
Si a esto le añadimos el título, Wrong
Cops (algo así como Polis Malos),
sexo, drogas y corrupción será lo siguiente que viene a nuestras mentes. Sin
embargo, me alegra decir, que todo esto se queda corto.
La cinta nos cuenta el
día a día de un grupo de policías de Los Ángeles, que resulta ser de todo menos
normal: el tráfico de marihuana dentro de ratas muertas o acoso sexual y chantaje
entre compañeros es solo una pequeña parte de lo que les ocurre, ya que los
personajes de esta película no son polis corruptos al uso y se sitúan más cerca de Little Britain que de L.A. Confidential.
Aún así, y por mucho que lo pueda parecer, esta comedia de humor negro cargada
de cameos musicales, Marilyn Manson y djs como Flying Lotus y Diplo o
cinematográficos como Ray Wise (padre de Laura Palmer), no solo es una sucesión
de sketches. El director se permite moverse en el tiempo a lo Pulp Fiction, para contar la historia
del personaje principal Duke (Mark Burnham) y su moribundo (y amante de la
música) acompañante (Daniel Quinn) que de una manera u otra marcará la vida de
todos los policías.
La música electrónica tiene
un papel capital durante los 82 minutos de metraje. La obsesión por ella está
presente en la trama de los personajes principales y sigue tanto el ritmo de
sus movimientos como los cambios de plano y cámara, hecho que no es de extrañar
sabiendo que el director Quentin Dupieux, es también Mr. Oizo, dj y productor
musical francés con otras películas cómicas y surrealista a sus espaldas como Rubber o Wrong.
Esta película, que se presenta
como un largo videoclip, se recrea en el mal gusto, y sin proponérselo, (y con
apenas medios) hace reír, aunque sea tirando del lado más depravado del
espectador.