Todo son risas hasta que...¡no lo son!
Retomar
una serie de la que te desentendiste hace dos años es algo parecido a haber
acabado el instituto y reencontrarte con tus antiguos amigos. Todos hemos
cambiado, hemos conocido a otras personas y aunque nos reímos y hacemos chistes
privados que sólo nosotros conocemos, ya no es lo mismo.Después
de ver el último episodio de la séptima temporada de How i met your mother
decidí dejar de verla.¿Razones?
La respuesta corta es que ya no me hacía gracia. La respuesta larga es que
desde la cuarta y siendo generoso, quinta temporada había perdido toda la
gracia que desprendía en sus primeras temporadas. La frescura original, la
química entre personajes y las risas que provocaba en el inicio pesaron
demasiado al compararlas con las últimas temporadas, donde todo parecía que
avanzaba lentamente, así como una degradación en la calidad alarmante.
Llegó
un punto en el que saber quien era la madre me importaba un pimiento, aunque la
verdad es que nunca me importó. La sintonía de la serie parecía que iba a menos
revoluciones y ver un episodio cada semana se convirtió en un acto de inercia.Algo
fundamental para una sitcom de 25 minutos es que ésta sea divertida. Pero
sobretodo, entretenida. Si un episodio de tan pocos minutos te hace mirar el
reloj es que algo no va bien.No
siempre fue así claro. Al principio como he dicho, consiguieron que funcionase
todo de mil maravillas.Poco
hay por inventar en el mundo de las sitcoms. Todas están cortadas por el mismo
patrón, siguen los mismos esquemas. Si algo funciona no se toca. Y así ha sido
siempre.
En
este caso, implementaron y actualizaron el envoltorio con elementos que añadían
una frescura muy acertada como los flashbacks o flashforwards, así como un
macguffin más propio de series de intriga y suspense.Funcionó
hasta que, como ocurre en cualquier sitcom o serie, llegó un punto en el que
las bromas y la mitología de la propia serie se volvió redundante degenerando
en una estampida de situaciones bochornosa. Los personajes principales se
volvieron poco interesantes y esa complicidad que se habían ganado en un
principio quedó en evidencia.
Y
aunque debamos reconocer y aplaudir que los guionistas han intentado hacer
“evolucionar” la serie (por ejemplo ese cambio de género de comedia romántica a
drama romántico con comedia), cambiar de rumbo y transitar caminos dramáticos o
esterilizar la esencia de los personajes (ese cambio de rol de Barney, la
muerte del padre de Marshall, los problemas de fertilidad de Robin…) , el
resultado queda como un defecto, más que un acierto.
Uno
tiene la sensación de que después de 9 temporadas los creadores han estado más
pendientes de jugar con el espectador, haciendo malabarismos con pistas y
triquiñuelas, para dar a conocer a la madre, pensando que esto realmente era
divertido. Pues mira, no. Tenía gracia en la primera temporada. En la segunda
ya te olías que te la iban a colar. La tercera fue la confirmación de que
estabas mirando a Cuenca. Y así sucesivamente.
Y entonces
llegamos a la última temporada…
Niños, hoy os voy a contar como los guionistas de How I Met Your Mother se quedaron sin trabajo...
ÚLTIMA TEMPORADA, LA MADRE QUE OS PARIÓ
La última temporada vino precedida por la noticia/amenaza de la intención de los guionistas de contar el día previo y la boda de Barney y Robin, en toda una temporada. Esto es, utilizar 24 episodios para explicar lo que ocurre en 2 días.Francamente una idea suicida donde las haya. Pero también ambiciosa. Pero sí, suicida."Si lo consiguieron en 24, ¿Cómo no lo vamos a poder hacer nosotros?" Pensarían los guionistas en la primera reunión después de las vacaciones de verano.Llevamos 12 episodios de la última temporada y puedo asegurar que es una de las peores ideas en la triste historia de las peores ideas que alguien ha tomado para encarar la última temporada de una serie.Creer que puedes hacer lo mismo que en 24 en una sitcom es un tanto descabellado. Las intenciones son buenas, y algo me hace pensar que los creadores y el equipo querían acabar la serie en la anterior temporada visto lo visto. Hay decisiones que te hacen plantearte si en realidad se lo están tomando en serio o si es una broma pasada de rosca. Esta sensación del todo vale y esa desgana hacen emborronar el final de la serie.
Pero vamos a ver las razones de este despropósito. Si el experimento de condensar toda la temporada en dos días y un sólo espacio no funciona es por varias razones. La primera es el hecho de eliminar un personaje esencial de la serie: New York.Siempre ha estado ahí, como uno más de la pandilla. Deshacerte de este elemento es como dejar de poner la música de la cabecera. No tiene sentido. Desde el inicio de la serie ha jugado un papel importante en la trama, además de dar oxígeno a las historias y hacernos de guía turística.Aunque se utilicen varios recursos como los flashbacks o flashforwards para trasladar la acción a otro lugar y que no se aburra el personal del mismo escenario una y otra vez, no es suficiente para que no echemos de menos y pensemos que ha sido una mala idea todo esto.
A esto también hay que añadir otra decisión traumática y catastrófica. Decidir que los personajes van a estar separados (no todos, solo Marshall) es un desastre. Aunque tengamos casi la totalidad del grupo, la serie funciona cuando están todos juntos. Hay química y sintonía entre varios personajes concretos. Si te saltas eso y cambias repentinamente alterando los roles y las mecánicas naturales que se han adquirido desde el principio, es normal que no funcione nada.
Otro error es haber enseñado a la madre al final de la 8ª temporada y que haya salido en 2 episodios de 12. Esto es una cagada a varios niveles y que ya no hay quien lo salve.Llegados al punto de haber escondido el secreto de la identidad de la madre hasta casi el final sólo habían dos opciones posibles: incluirla ya o esperar hasta el último episodio.Se decidió lo primero y yo me pregunto: ¿Por qué? ¿Por qué enseñar a la madre en la penúltima temporada si no vas a hacer que aparezca y adquiera algo de relevancia y que se gane al público más de 2 episodios hasta la fecha? Es que para hacer esa tontería, la solución era simple: espera hasta el último episodio y no la cagues más.
Michael Hanek's How I Met Your Mother
Creo
que uno de los grandes “problemas” de How I Met Your Mother es que hubo un
momento tambaleante en el que no se supo dar un puñetazo sobre la mesa para
mostrar sus cartas y poder jugarlas de la mejor manera posible.
Si
en lugar de haber seguido por el camino de la desidia y la broma fácil hubieran
descubierto el secreto de la madre en la 4ª o 5ª temporada quizás se habría
logrado reinventar la serie (que es algo con lo que han jugado varias veces) y
le hubiese dado el oxígeno que necesitaba.
Pero
no. Ahora que ya sabemos quien es la madre y que la hemos visto, me pregunto,
¿Ahora qué?
Es
imposible que un personaje adquiera de la noche a la mañana un protagonismo que
le haga estar a la altura del resto de personajes, así como que veamos ese halo
de unicornio que se ha creado en torno a él. Lo
que quiero decir es que para algunos de nosotros, en nuestra cabeza, la “madre moral”
siempre será Robin. Será así por todo lo que han recorrido a lo largo de los 9
años. Porque todo el tiempo pasado, la hace más cercana que la madre oficial. Y
eso es algo contra lo que no pueden luchar. Y lo saben.
Faltan
12 capítulos. Aunque si nos ponemos tiquismiquis podríamos decir que quedan 13,
porque el episodio de “las rimas” fue tan espantoso que yo les obligaría a
emitir uno más.
En
fin, esto ya se acaba y de la peor forma, así que como decimos en mi casa: “Que
pase rápido y buenas noches señor, buenas noches señora, hasta la vistaaaa”.