Buenas oyentes, María
abad de la princesa prometida blog de nuevo en las ondas.
En esta ocasión queremos
hablaros en el perfil de hitchcock de “La adopción”, un film que
se estreno en nuestra carteleras el 13 de este mes, pero que
anteriormente estuvo seleccionado en el festival de cine de
Valladolid.
Allí, en la Seminci, se presento el 27 de octubre, y el publico pudo ver de primera mano este drama del proceso de adopción que sufre una pareja cuando deciden hacer los tramites fuera de España. LA película ademas competía en la sección oficial del festival.
Daniela Fejerman, la
directora de entre otras “ A mi madre le gustan las mujeres”,
dirige la adopción basándose en su propia experiencia personal.
Algo que hace del film una
vivencia mucho más escalofriante si cabe, mas dura, y mucho mas
comprometida.
La pareja protagonista que
viaja a Europa del este, en busca del niño que tanto desean son
Nora Navas (La alabada actriz de pa negre) y Francesc Garrido (
smooking room).
Y es que aunque ambos
están excelentes como pareja que emprende este viaje emocional, Nora
Navas esta increíble.
Puedo decir sin miedo
que,.. bueno, no se si es una de las mejores actrices de su
generación porque esas generalizaciones son siempre muy extrañas
pero no hay duda que es
una de las más solidas y solventes del panorama español. Diria que
de las mejores y es que si vuelve a estar nominada a los Goya seria
mas que merecido.
A mi me conquisto en tots
volen el millor per ella, y desde ese momento me enriqueció con su
interpretación, ella a mi como persona.
La adopción cuenta
el viaje que realiza una pareja a un país de Europa del Este en el
momento en el que deciden adoptar un niño.
Desde el principio sabes
que la adopción va a ser dura y dificultosa. Que el proceso no va a
ser un camino de rosas. Básicamente porque si no, no tendríamos
película.
En ningún momento las
cosas son como esperan. Ambos se encuentran en un entorno hostil. Un
país donde reina la corrupción, y donde se trafica con los niños
como si nada.
Donde se juega también
con la esperanza de los padres.
Aquello tan maravilloso
que debe ser encontrarse con el hijo deseado, y que comenzó como un
sueño, acaba conviertiendose poco a poco en una pesadilla. Que
ademas desgasta la paciencia y el amor de la pareja.
El rodaje se desarrolla en
Lituania, y como curiosidad os cuento que pude ir al preestreno de la
película, con una persona cuya cuñada es precisamente de Lituania.
Esto nos permitió abrir
un debate post visionado. Es cierto que existe ese trafico, esa
corrupción?
Y la respuesta fue si.
Otra de las curiosidades
que me contaron al visionar el film con gente del país que se
representaba, es que en los diálogos no se saludaban, pasaban
directamente al tema central sin decir un hola.
Y es como poco chocante.
En palabras de la directora: No
solo es la historia del proceso de adopción, sino la historia de una
pareja española que pasa de la ilusión inicial al desconcierto por
todo lo que les ocurre.
Cuando la indefension y la
impotencia por la corrupción del país y los tramites del proceso se
hacen visibles, se hunden completamente.
Un lugar donde se trafica con el
futuro de los niños, pero sobretodo con el ansia de los padres.
A pesar de los momentos de risas cuando los protagonistas no pueden mas no es una película agradable, y no es para acompañarla de refresco y palomitas.
Las grandes interpretaciones hacen que
sea algo más que una mediocre película como aquellas que vemos
muchas veces en antena 3 un sábado por la tarde.
Pero sobretodo la empatica y la energía
del publico en la sala. Espectadores indignados, demostrándolo en
voz alta, sintiendo la misma impotencia que eso pobres padres. Padres
que no dejan de ser tan corruptos como el propio proceso pues saben
que han llegado hasta allí con la idea de comprar al vástago que no
han podido tener.
Tema por otro lado que también se
trata, y que es algo que destroza a una pareja como es la
infertilidad.
Es un guión muy sencillo, pero muy
bien elaborado, sin dobleces, y la película goza de un producción
impecable.
Un aplauso, para esta directora
argentina, que se aleja de la comedia en la que se movía muy bien,
para contar en esta ocasión un drama, su propio drama, de manera
sobria, y con buen pulso, sin caer en patetismos o en recursos
fáciles.