Este verano ha resultado un poco extraño. Idas y
venidas me han permitido ver sitios diversos (conocidos y desconocidos) de una
manera bastante exprés pero donde siempre he encontrado algo señalable. De esta
manera, mi sentido musical descubrió los Metaldays de Tolmin, Eslovenia (esto
se merece un post aparte), y mi sentido cinéfilo la exposición sobre David
Cronenberg en el museo del cine de Ámsterdam, el conocido como Eye (https://www.eyefilm.nl/en/expositions/david-cronenberg-%E2%80%93-the-exhibition).

Dentro de este tema global, otras temáticas
recurrentes subyacen en los filmes y objetos expuestos: la ciencia, la
tecnología, la mente o el sexo. Así hallamos extraños seres como los aparecidos
en Rabia (Rabid, 1977), Vinieron
de dentro de…(Shiver, 1975) o El almuerzo desnudo (Naked
luch, 1991), objetos más cercanos
a la tecnología como el Telepod de La
mosca (The fly, 1986) y el casco de Videodrome (1983) o
híbridos como el mando de eXistenZ (1999), así como artilugios médico-quirúrgicos en las herramientas para operar a una mujer mutante de Inseparables (Dead Ringers, 1988) o las prótesis de Crash (1996). Entes que en su forma individual y conjunta construyen
el universo personal y reconocible de Cronenberg.

Esta exhibición organizada por el tiff (Toronto
International Film Festival) estará disponible hasta el 14 de septiembre. Para
los que podáis ir, la expo viene acompañada con la de su proyección de sus
películas. Para los que no podáis, una recomendación (además de no perder la
esperanza de que pase por estas tierras): buscar a Cronenberg dentro de la web
del tiff y encontrareis muchísima más información sobre el director, incluido
su proyecto de inteligencia artificial POD.