Voy a contaros una historia que ocurriĆ³
hace mucho tiempo, en un reino muy muy lejano, un reino que en estos
momentos ya no existe.
Una historia de amor, que como ocurre,
al menos en las mƔs bellas, esta tambiƩn acabo en
tragedia.
El rey solo habĆa tenido una
hija, justa y sabia, joven y hermosa. o eso pensaba.
El rey sabedor de las cualidades de la
joven, pero temeroso de dejar el reino solo en manos de una mujer,
instaba a su hija a buscar un esposo.
Curiosa como era, pero inexperta, busco
entre los prĆncipes en edad de matrimonio, sin hallar aquel
que pudiera reinar a su lado.
PensĆ³ un dĆa, alguien
debe ganarse mi corazĆ³n, debe demostrar que lo vale, con su
tesĆ³n y esfuerzo.
AsĆ fue como convoco un
concurso, una contienda.
Se casarĆa con aquel que
aguantara un aƱo, a los pies del palacio, que no se moviera de
allĆ, que la esperara, que demostrarĆ” pacientemente a
acabar el aƱo que era merecedor de su corazĆ³n y su
reino.
Estaba abierto a cualquier joven o
anciano, rico o pobre, niƱo o sirviente, sin ningĆŗn
tipo de condiciĆ³n, solo esperar.
Imaginaos, jĆ³venes de todo el
reino se congregaron a los pies del palacio, pero no solo jĆ³venes,
sino tambiĆ©n nobles que habĆan perdido su castillo que
veĆan en esto su segunda oportunidad, cazafortunas, ancianos
sin nada que perder..
miles de hombres a los pies del
castillo, al comienzo de ese aƱo.
La princesa los miraba con curiosidad,
temerosa de lo que podrĆa pasar.
Tras el primer mes, frĆo, un
invierno como no se recordaba en el reino, un tercio se habĆa
ido, alguno, incluso habĆa muerto.
Pobre princesa, no ganaba para
disgustos.
El frĆo siguiĆ³ abatiendo
a los candidatos, y los meses pasaban, el hastĆo, la desidia,
el aburrimiento, hizo que muchos abandonaran muy pronto.
A pesar de una buena primavera, y que
desde palacio, les fueran alimentando, estar a los muros del castillo
era muy duro, y mĆ”s duro fue aĆŗn cuando llego el
verano, 3 meses de insoportable calor, que acabo por mermar las
fuerzas de los asistentes a este evento.
Cuando finalizaba septiembre solo 10
candidatos aguantaban en los muros del castillo.
Con uno de ellos me casarĆ© –
empezaba a pensar la princesa – sĆ, con uno de ellos.
Es entonces cuando comenzĆ³ a
sentir una curiosidad que no habĆa tenido los meses
anteriores, cuando empezĆ³ a bajar, cubierta por una capucha y
con ropa de servicio a dar de comer a los ultimos candidatos, era
finales de octubre, volvĆa el frĆo, ya solo quedaban 5
candidatos.
En noviembre 3 no pudieron mƔs.
SĆ³lo dos quedaban en diciembre.
Las visitas de la princesa eran cada
vez mƔs continuas, cuando solo quedaba un candidato, se
hicieron diarias, no permitĆa que nadie mĆ”s se acercarĆ”
a Ć©l.
Le gustaba ese joven que habĆa
aguantado casi un aƱo por ella, Ʃl era merecedor de su
amor y su reino, con su infinita paciencia habĆa conseguido
todo cuanto un hombre podĆa desear.
Se habĆa enamorado de Ć©l.
Ya solo quedaba un dĆa.
No solo la princesa estaba nerviosa,
sino todo el reino estaba de celebraciĆ³n, y no era para menos.
Fue en ese momento cuando el joven, que
pacientemente habĆa esperado durante todo un aƱo, se
levanto y se fue.
La princesa quedĆ³ trastornada,
no podĆa entender nada, ¿Que habĆa sucedido?
Su amor, que tanto la habĆa
esperado, acababa de irse.
HabĆa abandonado.
Necesitaba saber que habĆa
pasado.
No le costo mucho averiguar, que ese
joven era el hijo de un herrero, que habĆa estado acostumbrado
al trabajo duro,y que habĆa trabajado en el castillo con los
caballos que ella habĆa montado cientos de veces.
Fue a su casa y allĆ lo
encontrĆ³, mĆ”s envejecido de lo que lo recordaba, un aƱo
de espera que valiĆ³ por cinco.
- porque abandonaste? Ya lo habĆas conseguido, solo un dĆa mas, solo tenias que aguantar un poco mĆ”s! - dijo la princesa
- HabrĆa aguantado no solo un dĆa, sino un aƱo mĆ”s por ti, te querĆa tanto, que ninguna prueba era lo bastante dura. Pero cuando durante el Ćŗltimo mes todos los candidatos habĆan renunciado, cuando venias a visitarme cada dĆa pensaba, si ya solo quedo yo, ya he ganado, ¿¿porque no me evita otro dĆa mĆ”s de sufrimiento?? Es que no habĆa demostrado mi amor ya lo suficiente??
Pero no lo hiciste, no hay nada mƔs cruel, que tener en tus manos la manera de evitar el sufrimiento de una persona y no hacerlo.
Vi que todo lo que habĆa hecho por ti, toda la espera, y toda la paciencia no significaban nada.
Ahora princesa, eres tĆŗ quien debe ganarse mi corazĆ³n.