Han abierto un nuevo gimnasio en mi
barrio.
Gimnasio Las Vegas se llama. Gimnasio
Las vagas, lo llamo yo.
Es de esos gimnasios a los que vas a
lucirte, cuando ya estas guapa, de esos de nivel vamos, de esos a los
que al spinning de toda la vida lo llaman ciclo indoor y se quedan
tan anchos.
De esos a los que no puedes ir con la
camiseta multiusos que te sirve para el gym y después, cuando
ya no puede más la pobre, pasa a ser un pijama nuevo.
Porque vamos a reconocerlo, Septiembre,
es el nuevo Enero, todas venimos cargadas de buenos propósitos,
de cosas que queremos empezar a hacer ( de ahí el éxito
de los coleccionables, y como acabamos teniendo un primer fascículo
de todos los idiomas posibles, además de una vitrina con un
dedal, un tanque de la segunda guerra mundial, y una silla de la casa
de muñecas.. si, solo una, la del primer coleccionable de 1
euro, cuando pasan a costar 4.95, se lo compra Rita) y que se quedan en nada.
Vuelves de las vacaciones y es cuando,
empiezas a recibir de nuevo mails, y llamadas de todo el mundo, el
ansiado reencuentro escolar.
Entre todo esto, pasa algo, alguien te
dice: “tenemos que hablar”
Pues vale, hablemos.
No, no.. por teléfono no, que es
muy frío, ya tomamos un café y te cuento.
Frío? Pues claro señores,
ahí esta la gracia del teléfono, no verle la cara al
otro, y mientras tú ir pensando en tus cosas, si ya lo decía
Miguel Ríos: El teléfono es muy frío, tus
llamadas son muy cortas, yo sí quiero conocerte y tú no
a mí...
como hizo himno mi generación de
la EGB ( verídico, fue nuestra canción de octavo) ( a
que habeis acabado cantando la canción, eh!!)
Y aquí es cuando te dan los
sudores. No nos engañemos, cuando alguien te dice de ir a
tomar un café, no trae nada bueno, tiene malas noticias que
darte.. o peor aún, te va a pedir algo!!!
Si te quieren ofrecer algo bueno, te
invitan a comer!! nadie te ofrece trabajo tomando café... es
más, si te quieren llevar a la cama te invitaran a cenar, y
pagaran, por supuesto. Es el protocolo.
Pero el café tiene algo oscuro,
algo que te quita el sueño, no es de fiar.
Pero hay algo peor que ese café
que te dice siempre alguien que os vais a tomar y nunca llega ( que
buena excusa) y es que a tomar café te invite tú novio,
y te diga: tenemos que hablar.
Eso es ruptura segura.
Si fuera a decirte: Te quiero, lo haría
por Whatsapp y enviando el emoticono ese que lanza un beso/corazón.